El volumen de empleo y el plan industrial serán claves para adjudicar las naves de Alu Ibérica

Las ofertas económicas de Windar Renovables y de Alueuropa son "muy próximas", por lo que pesarán los puestos de trabajo de nueva creación

Interior de una de las naves de la antigua Alu Ibérica.

Interior de una de las naves de la antigua Alu Ibérica. / Mara Villamuza

Marián Martínez

Marián Martínez

El volumen de empleo, que sea de nueva creación y de calidad, se va a convertir en un elemento esencial a la hora de que la administración concursal opten por la oferta presentada por Windar Renovables o por la de Alueuropa, teniendo en cuenta que las ofertas económicas presentadas por ambas compañías son "muy próximas", aunque ninguna de ellas colma las expectativas de los administradores concursales.

El plan de liquidación aprobado el pasado mes de octubre establece que, en el caso de que no haya un comprador único para los 1,2 millones de metros cuadrados –también serviría para la venta por lotes–, se tenga en cuenta el mayor volumen de creación de empleo y el proyecto industrial que presenten las compañías oferentes. A tal punto es importante este aspecto, que se establece la prioridad de estos criterios incluso si la oferta económica es hasta un 20% inferior a la más elevada que se presente.

Las ofertas presentadas son "secreto de sumario", señalaron las fuentes consultadas utilizando el argot judicial. Pero, por ejemplo, si una de las empresas ofrece 35 millones de euros y otra 28, con mayor volumen de creación de empleo y de calidad, y un proyecto industrial de futuro, en principio tendría ventaja la de menor cuantía.

La tasa de hasta el 20% de precio inferior fue una modificación al plan inicial, en el que se planteaba que la rebaja fuera del 10% para el proyecto que suponga la creación de un mayor número de empleos.

Windar Renovables ya anunció, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA en su edición digital, la creación de 510 empleos directos y 200 indirectos, además de una inversión de 110 millones de euros para fabricar en Avilés monopiles y torres XXL para aerogeneradores de hasta 20 Megavatios (MW) de potencia, destinados a parques eólicos marinos (offshore). El objetivo, añadió la compañía en un comunicado, es crear en el noroeste de España el mayor hub de fabricación de equipos para la eólica marina de todo el sur de Europa. En el caso de que se le adjudiquen los terrenos y las naves, las obras de adecuación de las instalaciones comenzarían este mismo año.

Alueuropa, que pertenece al grupo madrileño Chamartín, se dedica a la extrusión (fabrica productos de aluminio tras fundir chatarra). El proyecto de la compañía con sede en Ciempozuelos (Madrid) sería, de ser aprobado por los administradores concursales de Alu Ibérica, ampliar su producción aprovechando las instalaciones de San Balandrán. Precisamente la antigua Alcoa producía aluminio primario a través de las cubas electrolíticas y aluminio de fusión en las naves de fundición. Pero de momento Alueuropa no ha manifestado públicamente ningún detalle referente ni al empleo ni a la inversión que tiene previsto realizar en esos terrenos.

Las fuentes consultadas indicaron que a lo largo de estos próximos días los administradores concursales estudiarán ambas ofertas, y que lo previsible es que soliciten a ambas empresas que precisen o aclaren algunos aspectos de sus ofertas. Por ejemplo, si los empleos son de nueva creación en su totalidad o no; los avales, y las perspectivas del proyecto industrial. La idea es que la decisión se pueda adoptar en el plazo de entre quince y veinte días.

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La Autoridad Portuaria no ha recibido de momento ninguna solicitud de concesión administrativa. La complejidad del proceso de adjudicación de los terrenos de la antigua fábrica de Alu Ibérica (antes Alcoa) tiene un componente añadido, y es que en el total de los 1,2 millones de metros cuadrados que están a la venta, unos 350.000 corresponden al suelo en los que se desarrollaba la actividad fabril. Y de estos, unos 146.734 metros cuadrados son propiedad de la Autoridad Portuaria de Avilés, que ya declaró el pasado mes de septiembre la extinción de la concesión administrativa a Alu Ibérica y dio un plazo de seis meses (prorrogabais otros seis) para la retirada y levantamiento de los activos que se encuentran sobre suelo de dominio público portuario.

Si el Puerto no renueva la concesión, se quedaría con las naves en propiedad (no el material ni la maquinaria que haya en el interior), pero también puede exigir que se le devuelvan los terrenos limpios, lo que supondría que la administración concursal se tendría que hacer cargo de las demoliciones.

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