El "taburetazo", nuevo método de los ladrones en otra noche de asaltos en el centro de Avilés

Uno de los negocios afectados es una imprenta de la calle Galiana que hace diez días fue víctima de un "alcantarillazo" a plena luz del día

Restos de la puerta de cristal frente a la imprenta asaltada.

Restos de la puerta de cristal frente a la imprenta asaltada. / C. G.

Dos nuevos casos para la lista de atracos. El centro de Avilés ha vuelto a ser objetivo de las acciones de los ladrones. Una vez más, comercios de la zona de Galiana y San Francisco se han visto afectados por las acciones violentas de los asaltantes. Los dos locales afectados, además, ya fueron víctimas de sendos atracos hace escasos diez días. La parte más dura de los sucesos ocurridos en la madrugada del lunes al martes se la llevó la misma imprenta que ya sufrió un "alcantarillazo" el 6 de diciembre, a plena luz del día. En esta ocasión, el asaltante ha innovado en el método, sustituyendo la tapa de alcantarilla por un taburete de un bar cercano. El resultado, finalmente, fue el mismo: la puerta de cristal de la entrada hecha añicos.

Según comentó un empleado de la imprenta, el ladrón se fue de vacío. Y es que la noche anterior la caja registradora se dejó vacía y completamente abierta. En el suceso anterior, el asaltante apenas pudo llevarse unos cincuenta euros. Además, la cámara de seguridad logró captar al atracador, a quien, al ver que tenía que ir de vacío, se le ve con actitud de enfado y mostrando su queja. Sin embargo, el hombre no actuó contra el mobiliario, principal preocupación de empleados y propietarios.

Los hechos de otra madrugada de asaltos no acabaron ahí. Apenas unos metros más abajo, dejando Galiana, en San Francisco, se encuentra un popular bar de la zona que sufrió otro intento de atraco durante la noche. El local, al igual que la imprenta, sufrió un violento robo el día 8, alrededor de las 5 de la madrugada. En aquella jornada, el bar, situado bajo los soportales de la calle, sufrió el impacto de una tapa de alcantarilla, método empleado en aquellas jornadas de asaltos nocturnos, además del lanzamiento de un pesado soporte de las sombrillas de la terraza. El ventanal de la entrada quedó destruido y ahora, en su lugar, se encuentran tablones de madera reforzados desde el interior para evitar nuevos asaltos. Ese mismo protector de madera es el que en la pasada madrugada intentó arrancar el asaltante, esta vez sin suerte. Y es que la entrada, además de estar protegida desde el interior, cuenta con varios tablones pegados con una cola altamente adherente que ha logrado sobrevivir a los envites de los ladrones.

Los propietarios de ambos negocios dieron parte a la Policía Nacional, que en estas últimas semanas ha intensificado la vigilancia por la zona. Sin embargo, y como vienen explicando los comerciantes en las últimas fechas, el centro de Avilés "está desierto" en las horas en que actúan los asaltantes, lo que favorece que los ladrones se lancen a actuar.

Los delitos contra la propiedad no se detuvieron de madrugada. Sobre las tres de la tarde de ayer, una mujer sufrió un robo en la calle La Cámara. El ladrón le arrebató de las manos el bolso y salió huyendo. Algunos transeúntes trataron de alcanzarlo a la carrera, pero el delincuente logró despistarlos.

Comerciantes de la zona de Pedro Menéndez alertaron de un robo en una peluquería de la zona. Por su parte, los hosteleros están atentos a un "listillo" que solicita una botella y, en cuanto el trabajador tiene un descuido, intenta salir huyendo del bar con algún botín. En la última semana, la dotación de Policía Nacional de Avilés ha llevado a cabo la detención de varios autores de los robos que han sufrido los comerciantes del centro de la ciudad. El último caso fue el de un hombre que contaba con un amplio historial delictivo y habría sido el autor de los asaltos producidos en el centro de la ciudad y en el barrio de Versalles. Especializado en actuar en solitario y de madrugada, las sustracciones se suman a los destrozos causados en el interior de los locales, que superan los 10.000 euros.

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