La delicada maniobra de mover a discapacitados físicos: así aprendieron los policías de Avilés

Los agentes reciben unas 800 llamadas al año de personas que requieren ayuda por problemas de movilidad

Los expertos enseñan a realizar una movilización pasiva a un agente

Los expertos enseñan a realizar una movilización pasiva a un agente

Myriam Mancisidor

Myriam Mancisidor

La Policía Nacional de Avilés recibe cada año unas 800 llamadas de vecinos que requieren la presencia de agentes –generalmente en domicilios– para atender urgencias no sanitarias de personas con algún tipo de discapacidad física, según datos facilitados por los policías a los integrantes de Difac, asociación que trabaja cada día por visibilizar la realidad de este colectivo.

"No se trata de emergencias sanitarias, sino de una labor de carácter asistencial, que también entra en nuestros cometidos. A veces nos requieren para levantar a una persona de una cama, porque el cuidador se ve imposibilitado de hacerlo, o para mover de una silla a otro lugar a un enfermo con discapacidad física", explica Fernando del Pozo, delegado de Participación Ciudadana de la Policía Nacional de Avilés. Y añade: "Cuando estuvimos con los integrantes de Difac les comentamos esto y vimos que teníamos carencias en nuestra formación".

"Es fundamental hablar con la persona y observar el entorno", señala Bravo, de Difac

Ese fue el germen del taller dirigido a los agentes sobre primeras actuaciones policiales con personas con discapacidad física. La primera lección: "Observar, intentar hablar con la persona si es posible y preguntarle cómo se le puede ayudar. A veces es peor el remedio que la enfermedad", en palabras de Miriam Bravo Berzosa, secretaria de Difac e impulsora de la iniciativa junto a la terapeuta ocupacional Noemí Álvarez y los rehabilitadores Sergio Carrasco Santos y Francisco Javier Palomín.

El taller comenzó con la exposición de un caso real, el de Domingo Martínez. El 21 de agosto de 1965 supuso un antes y un después en la vida del fundador de Difac: sufrió una caída en bicicleta que le dejó sentado de por vida en una silla de ruedas. Tenía 16 años. "Se cayó y cuando le fueron a ayudar le seccionaron la médula", explica Bravo, dando a entender la importancia de actuar con el mayor mimo posible para prevenir o evitar situaciones como ésta. "No hay una serie de pautas a seguir, pero en el caso de los policías sí es importante, además de hablar con el herido, si es posible, observar el entorno en el que está. No es lo mismo un accidente en la calle que en casa", señala.

Integrantes de Difac

Integrantes de Difac y policías durante el taller / LNE

Apunta, eso sí, la importancia de proteger el cuello de las personas lesionadas. "Y volver a observar. Si se ve que una persona tiene una pierna más larga que otra es, probablemente, porque tiene una rotura de cadera". En casos graves, los agentes recurren siempre a los sanitarios, sin duda. Es en esos otros casos más leves o sin gravedad cuando asisten a las personas que les solicitan ayuda.

Los agentes aprendieron en el taller mucho de técnicas pasivas de movilización para personas con discapacidad física y también de ergonomía con los de Difac: "Es importante que cuando los policías realizan estas primeras actuaciones también se protejan de futuras lesiones". Por ejemplo: "Si la persona es obesa, deben realizar la técnica de la palanca". "En mi caso soy hemipléjica, no muevo la parte izquierda del cuerpo. Personalmente no me gusta que, si me caigo, me levanten y me coloquen en la silla sin más porque, a veces, se olvidan cosas tan obvias como poner el freno a la silla, y puede ser peor", explica.

Integrantes de Difac y policías durante el taller

Integrantes de Difac y policías durante el taller / LNE

Los profesionales recomiendan, como Miriam Bravo, una serie de pautas para trabajar con personas con algún tipo de discapacidad física. Por ejemplo: hablar directamente con la persona, no con su acompañante; no tocarle la silla de ruedas, dejar las rampas y puertas de acceso para sillas libres de obstáculos, controlar que sus ropas no frenen las ruedas de las sillas... "Hay muchas cosas que parecen de lógica pero que en la práctica no se hacen por desconocimiento", concluye Bravo, satisfecha del "máster" que desde Difac recibieron los agentes de la Policía Nacional de Avilés.

Los de Difac, entre tanto, seguirán con su actividad casi frenética. Los viernes, sin ir más lejos, tienen el taller "El bienestar se entrena", en el que practicarán cuatro herramientas: mindfulness, "chikung" –para activar la energía y mejorar la salud mediante ejercicios de moderada intensidad, "tapping" – técnica de liberación emocional– y "taichi", un sistema de ejercicios conscientes y suaves. El taller será impartido por Rafa Cuartas.

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