Un chapuzón de libros en Lena

La biblioteca ofrece un punto de lectura en la piscina con préstamo de obras y regalo de los títulos repetidos

Un grupo de niños, ante varios de los libros que se ofrecen. | C. M. B.

Un grupo de niños, ante varios de los libros que se ofrecen. | C. M. B. / R. Mayordomo

R. Mayordomo

La biblioteca "Vital Aza" de Pola de Lena ofrece nuevamente un servicio de préstamo de libros en su piscina municipal. Desde el año 2000, todo aquel que vaya a las instalaciones puede disfrutar de un libro, revista o periódico durante su estancia. Además, en el caso de los libros, es posible llevárselos a casa y devolverlos... o, si es una lectura que fascina, quedárselos.

Los libros se clasifican en cuatro categorías diferentes: infantil-juvenil, cómic, adultos y de Asturias. Entre los libros más leídos del año pasado, hay una amplia variedad de obras y autores, demostrando la gran oferta de la piscina. Dentro de la primera categoría, la saga de "Los Futbolísimos", de Roberto Santiago, destaca sobre el resto. En el cómic, los clásicos de "Mortadelo y Filemón" siguen siendo los más leídos por los usuarios. Los adultos se decantan por autores como Javier Castillo o Isabel Allende. En la categoría dedicada a Asturias, sobresalen obras como "El fervichu", de Sidoro Villa Costales, premio Xosefa Xovellanos en 2020.

Alberto Fernández, bibliotecario de Pola de Lena, impulsó esta iniciativa hace más de 20 años. Junto a él trabajan Auri Villar e Isabel Rodríguez. Es una iniciativa en continua evolución, de hecho están trabajando en poner un quiosco al aire libre. Por ahora, al entrar a la piscina está el punto de lectura, donde se dispone toda la oferta de libros, que proceden de donaciones y duplicados. Fernández destaca la responsabilidad de todos los usuarios, porque sino "no podríamos ofertar este servicio".

Algunos de los niños que están en la piscina se acercan curiosos al punto de lectura y ojean los libros disponibles. Los más pequeños, como Diego Rueda, se decantan por cuentos como "Peter Pan" o "Blancanieves". Algunos de los más mayores, como Martín Álvarez, de 12 años, se decanta por "Los futbolísimos" o "algún libro de Stephen King". Otros, como Olay González, confiesan que no les gusta leer, "solo las lecturas obligatorias del instituto". Ante la iniciativa, confiesan que es algo que "está muy bien", pero echan en falta una mayor variedad de géneros, como el terror o las aventuras.