¡Viva la xente minera!

Melchor Fernández

Melchor Fernández

La lucha entre L’Entregu y La Unión por conseguir una plaza en Segunda Federación, esa categoría de denominación tan extraña, no pudo terminar mejor, porque el resultado fue lo de menos. O, para ser más precisos, porque ganaron todos: a saber, los dos equipos y sus aficiones. El final de partido fue tan absolutamente excepcional que yo no recuerdo otro igual y mira que puedo decir sin exageración que he visto miles.Y es que, inmediatamente después de que el árbitro señalara el final, todas las reacciones que se sucedieron no pudieron ser más positivas. Los respectivos seguidores –muchos más los de casa, por motivos obvios– compitieron con sus aplausos en superar todos los límites de afecto hacia con los jugadores y técnicos de su equipo, ya fuera para felicitarlos o para consolarlos. Y el zenith de la emoción llegó cuando los jugadores del equipo murciano se juntaron para posar en la foto final, la que celebraba la consecución del ascenso. Fue entonces cuando la afición local, cuya mayoría permanecía en las gradas del Nuevo Nalón, aplaudió con todas sus fuerzas al vencedor, a lo que los jugadores unionistas correspondieron con unos aplausos que se advirtieron tocados de emoción.

Cuando hace dos semanas el sorteo para disputar el ascenso enfrentó a L’Entregu con La Unión para disputar una plaza de ascenso surgió una oportunidad para profundizar en el reconocimiento mutuo de dos comarcas mineras, como lo es ya el festival del Cante de las Minas. En esa línea se inscribió sin duda la intervención de Chus Pedro antes del partido, interpretando "Santa Bárbara Bendita" o "En el Pozu María Luisa", como se la quiera titular. Tras el singular, por no decir histórico, final del encuentro, no habría habido mejor colofón que el de la prodigiosa voz de Xuacu el de Sama interpretando "Viva la xente minera". Me hago la ilusión de que no pocos la sintieron resonar dentro.

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