Lucía Peláez, del "Retablo del mar" de Miranda: "Es una pieza emblemática"

La directora de la Casa Natal Jovellanos defiende que la obra es "una referencia" para Gijón

Lucía Peláez.

Lucía Peláez. / J. P.

Sergio García

Tal día como hoy, 16 de enero, pero de hace 50 años llegaba al Museo Casa Natal de Jovellanos una obra icónica del imaginario colectivo gijonés. Más en concreto, del barrio de Cimadevilla. Se trata del "Retablo del mar". Medio siglo más tarde, la llama del trabajo escultórico de Sebastián Miranda no se ha apagado. La directora del equipamiento cultural, Lucía Peláez, califica la pieza como "fundamental" para comprender la historia de la ciudad y, más si cabe, del barrio Alto. "Es una figura muy destacada, una pieza emblemática", asegura Peláez. Aparte de su atractivo artístico, la directora del museo pondera el "carácter representativo" de la composición de Sebastián Miranda en su afán por retratar la cotidianidad de Cimadevilla.

A su vez, Lucía Peláez ensalza el "valor añadido" que acompaña la pieza del artista ovetense por su componente social. "Muchas de las personas retratadas se fueron localizando en la escultura con el paso del tiempo", subraya la representante museística, que celebra la recuperación que pudo hacerse en su momento de algunas escayolas originales de la obra que fue destruida durante la Guerra Civil. Ese hecho fue el que posibilitó la realización de la segunda versión del retablo.

"Composición compleja"

En este sentido, Lucía Peláez considera que existen diferencias entre ambas recreaciones. "La segunda pierde fuerza expresiva, pero mantiene su carácter de retrato colectivo", explica la directora del Museo Casa Natal Jovellanos, para el que acoger esta obra supone un motivo de enorme satisfacción. "Sebastián Miranda es un referente. Hacía escultura en pequeño formato y esta es la única pieza de gran envergadura, con una composición más compleja", sostiene una Lucía Peláez para la que el "Retablo del mar" conserva su trascendencia, incluso medio siglo después de su desembarco en Gijón, por plasmar, con tintes sociales, "los orígenes de la ciudad".

El apoyo a los trabajos del autor ovetense no se limita a la citada obra que ahora está de aniversario. "Conservamos un conjunto de dibujos que ilustran sus diferentes facetas", cuenta Lucía Peláez, que no rehúye el hecho de que sea el "Retablo del mar" la joya de la corona en cuanto a las piezas de Miranda que tienen su casa en el museo situado en el barrio alto. "Su proceso técnico fue fantástico", asegura la directora sobre la composición. Su adquisición por cinco millones de pesetas, por parte del Ayuntamiento local, en 1973 fue un reflejo del interés histórico y etnográfico que despertaba en la ciudad. "Se apreciaban bien las modificaciones del nuevo retablo", apunta Peláez, en relación a las variaciones estilísticas desarrolladas por Miranda para dar lugar a una recreación que, hoy en día, continúa siendo una "referencia" para Gijón.

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