Plan Estratégico de Movilidad en Gijón: este es el documento que atenaza un gobierno

La confección del texto suma tres años de enfrentamientos políticos y críticas desde diferentes sectores sociales

Reunión del consejo sectorial de Movilidad, el pasado septiembre, en el Ayuntamiento. | Ángel González

Reunión del consejo sectorial de Movilidad, el pasado septiembre, en el Ayuntamiento. | Ángel González / Gabriel Cuesta

Gabriel Cuesta

Tenía que ser la movilidad, el eterno debate durante el mandato de socialista Ana González, la chispa que amenaza con hacer saltar por los aires el gobierno local a menos de dos meses de las elecciones. Los últimos coletazos para la aprobación definitiva del Plan de Movilidad Sostenible de Gijón (2021-2030), cocido a fuego lento durante casi tres años por la concejalía que lidera el portavoz de Izquierda Unida, Aurelio Martín, ha tensado hasta límites nunca vistos la relación entre el gobierno local de coalición y la dirección del PSOE de Gijón. Las próximas horas serán claves para saber cómo acaba el enésimo choque interno de los socialistas, esta vez con incidencia directa en el Ayuntamiento.

Con este guion arranca el principio del desenlace, aún con el capítulo final por escribir, de una historia que comenzó en junio de 2020. Fue entonces cuando el concejal de Movilidad, Aurelio Martín, anunció que desechaba el Plan Integral de Movilidad Sostenible y Segura (PIMSS) fruto del último mandato de Foro. El motivo era la falta de un plan de evaluación ambiental. "Ahora queremos hacer las cosas bien, que antes se han hecho mal", esgrimió el responsable de Movilidad. Tocó empezar de cero en la elaboración de un documento clave para trazar el futuro de la movilidad en la ciudad. Anunciada la licitación, se adjudicó a la UTE conformada por Doymo S.A. e Iceacsa Consultores por 109.000 euros. El borrador vio la luz en el plazo esperado: en octubre de 2021. El documento, de 351 páginas, pretende marcar los ejes principales hasta 2030, con especial énfasis en nueve zonas de la ciudad priorizando al peatón y pacificando el tráfico, ampliando la ORA y teniendo en cuenta equipamientos en el aire como la estación intermodal, el metrotrén o el intercambiador del Humedal.

Hasta ahí, todo evolucionaba con relativa tranquilidad. Fue a partir de marzo de 2022, con la aprobación del borrador por parte de la Junta de Gobierno, cuando comenzó a torcerse el asunto. En ese momento, se abrió un periodo de tres meses y medio de información y participación ciudadana para mejorar la versión inicial. A las críticas de la oposición, principalmente desde la bancada de la derecha, se sumaron las de los colectivos sociales. Con una postura muy crítica: la de la Federación de Asociaciones Vecinales. Su junta anunció movilizaciones y reprochó a Martín que el texto suponía "una falta de respeto y un ninguneo indignante" al considerar que abandonaba a los barrios de zona oeste de la ciudad, salvo a La Calzada. De hecho, llama la atención el escaso número de alegaciones que recibió el Plan en medio de un debate candente: catorce. Nueve, de asociaciones vecinales, además de otros colectivos sociales. Y de la rama política, tan solo desde Ciudadanos.

Fue poco después de terminar este periodo, en agosto, cuando se escenificó la ruptura entre el equipo de gobierno de la socialista Ana González y la dirección local de su partido, con el secretario general, Monchu García, a la cabeza. El PSOE mostró claramente su disconformidad con el Plan de Movilidad y pidió a la regidora rehacerlo a través de una veintena de propuestas. Ya se barruntaba esa guerra interna que derivó en el famoso proceso de primarias. También paralelamente cargó el ambiente entre PSOE e IU. Martín acusó a la dirección socialista de deslealtad al reiterar que el Plan no era de una sola sigla, mientras que García aseguró que ya les habían trasladado antes sus inquietudes.

Luego, calma tensa. Las modificaciones fruto del proceso participativo sosegaron las aguas con la FAV. De hecho, el Consejo de Movilidad en noviembre lo aprobó –solo Vox y Les Caseríes votaron en contra– con 23 votos a favor y dos abstenciones. Con la aprobación de la junta de gobierno de los cambios del texto fruto del proceso de participación y la posterior consecución de la declaración ambiental estratégica del Principado, todo se precipitó en un contexto marcado por la cita electoral. A falta de salvar el trámite de la comisión de este martes, salvo sorpresa, en el horizonte se asoma un Pleno con una votación de alto voltaje.

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