Entrevista | Nel Morán Escritor, acaba de publicar la novela "L’aire irrespirable"

"Me siento triste porque los jóvenes van a vivir mucho peor"

"Es muy importante que mi cuarta novela aparezca en la semana del 3 de mayo y que se le dedique ese día a Conceyu Bable"

Nel Morán, ayer, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, con su libro «L’aire irrespirable».

Nel Morán, ayer, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, con su libro «L’aire irrespirable». / Marcos León

El escritor y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Nel Morán (Trubia, 1959), afincado en Gijón desde que tenía 8 años, acaba de publicar su cuarta novela en asturiano, "L’aire irrespirable", cuya presentación tendrá lugar el 16 de mayo a las 20.00 horas en la librería La buena letra.

–Lanza su cuarta novela en plena Semana de les Lletres Asturianes.

–Es muy significativo e importante que haya aparecido justo en la semana del 3 de mayo, y que ese día esté dedicado a Conceyu Bable, una asociación cultural que luchó por el asturiano y de la que formé parte. Es algo que me sacia por completo.

–¿Cuándo surgió la necesidad de escribir esta novela?

–En este caso fue leyendo un libro de ensayo que habla de cómo la historia es repetitiva. Empecé a darle vueltas y a pensar que no solo es repetitiva, sino que como algo humano es imperfecta. Ves cómo día tras día las personas no logran vivir como quieren vivir, sino que lo hacen acorde a la forma en la que les dejan vivir.

–¿Cuáles son los fallos del hombre en los que hace hincapié en "L’aire irrespirable"?

–El más importante es que hay unas clases que se imponen a otras. Hay gente que malvive mientras que hay otras que tienen para vivir miles de años. ¿Será justo eso? Para mí, no. A partir de ahí empieza la idea de que este libro de ciencia ficción tiene que hablar del futuro porque te deja libertad de comparar el presente y el pasado con ese posible futuro, que estamos viendo es más triste que el pasado.

–¿En qué siglo se desarrolla la novela?

–En el siglo XXXI. Está basada en tres poblaciones: Villaviciosa, Gijón y una ciudad nueva que se llama "Esterna". Ahí está el capitalista puro y duro, en Villaviciosa la aristocracia y en Gijón el pueblo trabajador. Es una ciudad completamente desastrada donde la contaminación es absoluta, mientras que en las otras dos ciudades hay unas cúpulas cristalinas que hacen que la contaminación no entre a ellas. Vemos claramente el dominio que hay de un hombre hacia otro. Por ejemplo, la narradora, que se llama Amor, es elegida mujer porque sufren mucho más que los hombres. Están más marginadas y por eso es llamada por Villaviciosa para ser sierva.

–¿Ha perdido por completo la esperanza respecto a un futuro más esperanzador?

–Hubo un tiempo en el que creía que las cosas podían avanzar. Pueden hacerlo, igual sí, pero en estos momentos no lo creo. Me siento triste, desesperanzado y realmente veo que los jóvenes no van a poder vivir como yo lo hice. Van a vivir mucho peor. Los trabajos cada vez son más precarios y es muy difícil que los jóvenes piensen en tener un futuro con hijos y una casa. Es muy complicado conseguirlo y cuando lo logran ya tienen canas.

–¿Qué le sigue aportando escribir?

–Tuve un derrame cerebral hace 18 años que me impidió seguir siendo maestro y no poder hacer muchas cosas de las que hacía. Escribir me permite relajarme. Me siento delante del ordenador y soy un hombre feliz y tranquilo. Me pongo una música suave, empiezo a escribir y el mundo se me abre.

–Y siempre lo hace en asturiano.

–Sí. Vine de Trubia a Gijón con 8 años. Mi madre hablaba asturiano y mis ancestros también. Es un honor hablar en asturiano porque es lo que ellos hablaban. Es algo que me llena el corazón. Por eso exijo esa oficialidad para el asturiano, que sea reconocido como una lengua idéntica a las otras del Estado. Mientras exista esa marginación, existe algo que me destroza por dentro mi españolidad.

–¿Cree que pasa por un buen momento la literatura en asturiano?

–Me siento muy convencido de la juventud que escribe en asturiano. Es gente que entiende la literatura de otra manera, como es lógico, pero eso enriquece el futuro del asturiano. Ahora se tocan cantidad de temas que antes no se trataban, y sin embargo la juventud ahora se atreve y lucha por ello. Nosotros éramos más tradicionales.

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