Un periódico de Gijón

José María Landa Riera

José María Landa Riera

Hace treinta años, cuando se publicó el primer ejemplar de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, me encontraba yo en plenos estudios universitarios, en Oviedo, pero lo recuerdo como si hubiera sido ayer. A la ciudad había llegado un nuevo periodismo, joven, fresco y con el arrojo necesario para ser una referencia informativa entre los gijoneses. Una tarea nada fácil, pero que hoy, tres décadas después, habéis cumplido y completado con gran éxito.

Por aquel entonces, LA NUEVA ESPAÑA era considerado el periódico de la capital, y su presencia en Gijón era prácticamente testimonial. Treinta años después, es tan gijonés como el Club de Regatas que presido, o como nuestro querido Sporting.

Gijón ya no se concibe sin LA NUEVA ESPAÑA, que, sin ninguna duda, ya forma parte de las instituciones con más arraigo de nuestra ciudad. Esto ha sido posible gracias al extraordinario trabajo realizado durante este tiempo por todos sus dirigentes y trabajadores, que, mediante un trabajo arduo y no exento de dificultades, han conseguido convertir a su periódico en una referencia de nuestra actualidad.

Al mismo tiempo, han conseguido realizar la transición desde la prensa escrita de los 90 al entorno digital que impera en estos días, manteniendo la esencia de sus orígenes, pero posicionándose también como referencia en un mercado tan competitivo, como lo es hoy el de los medios de comunicación.

Esta historia de éxito, que aún continúa actualmente, tampoco hubiera sido posible sin una información caracterizada por su rigor e imparcialidad.

Mi deseo que es que mantengáis la misma ilusión y empeño con el que comenzasteis esta singladura; recibid mi más sincera enhorabuena por el excelente trabajo realizado y, ahora, ¡a por las bodas de oro!