Opinión

Mis equipos, mi gente

Gijón, un referente internacional del deporte colectivo femenino

"El premio es vivir a su lado". Así me respondía el gran Fernando Sierra Cachero cuando compartimos mensajes la mañana del lunes. Y esto me trasportó a algo que llevo mucho tiempo rumiando y compartiendo con él y con responsables y amistades del ámbito social, político y educativo. ¿Qué pasa en la zona oeste de nuestra ciudad que une compromiso, deporte y mujer con tan buen atino? Una fórmula mágica que funciona desde hace muchos años y que vence casi todas las resistencias de una sociedad que cuesta mucho que quiera vivir y disfrutar a su lado.

Sólo el compromiso de quienes aman el deporte y entienden que este también debe ser transformador, ha permitido que el ADN de la zona oeste de Gijón haya incorporado en su memoria genética el deporte colectivo practicado por mujeres como máximas abanderadas. Un compromiso que tiene muchos nombres y apellidos. Personas que crearon clubes; que quisieron hacer que todo niño o niña tuviera la oportunidad de practicarlo, indistintamente de su nivel adquisitivo; que reivindicaron recursos y pusieron su propio patrimonio para hacer posible lo que parecía imposible. Soñadores y soñadoras que abrieron y abren camino.

Pensemos en las conquistas deportivas… jugar la Superliga y la Copa de la Reina de vóley, disputar y ganar la Copa de la Reina de balonmano o llegar a levantar la Copa Intercontinental de hockey sobre patines. Todas ellas llevan la memoria de la zona oeste y de nuestra ciudad allá donde compiten. Todas ellas dan el máximo día a día para romper esos techos de cristal que existen y persisten. Todas ellas han conquistado con esfuerzo, dedicación y valores el Olimpo de las campeonas. Todas ellas han llevado el nombre de sus sponsors a unos niveles de notoriedad que difícilmente las marcas podrían pagar a base de anuncios y equipos de comunicación. Probablemente estemos ante la mayor acumulación de éxitos deportivos por metro cuadrado del mundo.

El camino iniciado hace años por el Voley la Calzada, el Club Patín Gijón Solimar y el Balonmano La Calzada está siendo muy duro y empinado. Injusto todavía hoy en día. Sólo el trabajo constante, continuado y de base que despliegan los clubes está haciendo que naturalicemos a referentes como Geles, Celeste, Manuela, Fanny, Lolo, Natasha... Mujeres que se relevaron ante lo preestablecido y han roto el guion.

Todo esto supone una oportunidad. La oportunidad de izar una gran bandera que ponga en valor algo que lleva muchos años ocurriendo: Gijón es un referente internacional del deporte colectivo femenino. Son uno de nuestros mejores activos en un mundo que necesita visibilizar aquellas cosas importantes que nos hacen creer que todo puede cambiar. Los clubes y las jugadoras están dando el máximo. ¿Qué más se les puede pedir? Creo que nos toca al resto (políticos, ciudadanía, medios y empresas) dar el paso y hacer honor a ese gran lema del que me permito pluralizar "Mis equipos, mi gente".

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