Opinión

Contar el futuro

"Yo la quería", de Laura Iglesia, el guion perpetuo de la violencia de género

Manadas ojeando víctimas, hombres razonando el feminicidio perpetrado, chicos adolescentes desplegando artes de sumisión sobre sus parejas, esposos y padres tiranizando a las mujeres de casa, vecinos que se desentienden de los gritos al otro lado de sus paredes, gentes juzgando a víctimas, familias destruidas… desfilaron el pasado viernes por las tablas del Teatro Jovellanos con "Yo la quería", de Higiénico Papel, en un montaje descarnado para desnudar monstruos y sus entornos.

Laura Iglesia, autora y directora, escribió el texto evocando casos reales tan abrumadoramente numerosos y repetidos en nuestra historia colectiva que se retrata a la perfección el patrón general con sus múltiples cabezas. Claramente reconocible hasta para quienes lo niegan y se empecinan en camuflarlo, alimentando así las chispas que aquí y allá, desde el hogar, la calle, el instituto, hacen arrancar la maquinaria de la tropelía.

La proyección al pasado de Iglesia para describirnos el presente es también un terrible anticipo de futuro. Por ejemplo, cuando la dramaturga gijonesa creó la obra, era imposible saber de Elisa y Larisa, las niñas envenenadas por su padre en Almería, de Andrea, apuñalada en A Coruña, o de Gracia, tiroteada en Málaga. Todo en los últimos diez días. ¿Para cuántas otras, que lo ignoran o temen, está escrito este guion perpetuo?

Gran parte del público que el viernes se sobrecogió con las interpretaciones de Cris Puertas, Mayte Robles, Félix Corcuera y Carlos Dávila, era femenino. El montaje formó parte del ciclo del Jovellanos con motivo del Día Internacional de la Mujer. Que la mitad masculina de la población se sienta mayoritariamente interpelada y llamada a la acción, es el gran reto. Sirve de mucho que nosotras nos veamos, sirve de todo que se vean ellos. Desde la más tierna infancia, antes de las pantallas, con el ejemplo en casa.

Quienes trabajamos en centros educativos con adolescentes y jóvenes percibimos lo que los estudios nos resumen en estadísticas inquietantes. Uno de cada cuatro jóvenes considera la violencia machista un invento ideológico. En el 18% de las parejas adolescentes se dan casos de violencia. Casi la mitad de ellas no son conscientes de estar siendo víctimas.

Datos que, junto con otros, hacen comprender mejor que los casos de violencia se resistan a descender: un 10% más en un año. Todos los indicadores han empeorado después de la pandemia. A día de hoy, casi 51.000 mujeres en España están siendo protegidas porque sus exparejas son una fundada amenaza de muerte.

Por eso, les invito a ver y escuchar atentamente "Yo la quería". Entendiendo que, más que un relato de presente, anticipa nuestro futuro. Y preguntarse qué puede hacer, cada cual en su entorno, para romper semejante terrorífico vaticinio.

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