Entrevista | Oliver Rauhut Paleontólogo

"El Museo Jurásico de Asturias es una maravilla pero le falta un programa científico activo"

Oliver Rauhut y Laura Piñuela en el jardín del MUJA

Oliver Rauhut y Laura Piñuela en el jardín del MUJA / Principado

A. Rubiera

A. Rubiera

El paleontólogo alemán Oliver Rauhut es uno de los grandes especialistas en dinosaurios del mundo. Conservador de Vertebrados Inferiores (peces, anfibios y reptiles) de la Colección de Paleontología y Geología del Estado de Baviera (Bayerische Staatssammlung für Paläontologie und Geologie) y profesor asociado en el departamento de Ciencias de la Tierra y del Medio Ambiente de la Universidad Ludwig-Maximilians, de Munich, hace unos días visitó el Museo Jurásico de Asturias.

No es, ni mucho menos, su primer contacto con la región ya que mantiene colaboración desde 2017 con Laura Piñuela y José Carlos García-Ramos, el equipo científico del MUJA, y desde entonces ha visto cómo evoluciona el museo.

Si echa la vista atrás, Rauhut confiesa que lleva trabajando en dinosaurios "desde mi tesis de diploma en los principios de los 1990; y publiqué mi primer trabajo sobre dinosaurios en 1994". A estas alturas de su carrera, casi tres décadas después de aquellos inicios, el alemán ya es autor de más de 200 estudios, algunos publicados en revistas de gran prestigio internacional y alto índice de impacto como "Nature", "Science", "Proceedings of the National Academy of Sciences, Biological Reviews", "Proceedings of the Royal Society B"....

De izquierda a derecha: José Carlos García-Ramos, Pablo León, director general de Cultura del Principado, Oliver Rauhut y José Ángel Toyos, alcalde de Colunga, observan a «Quintín».

De izquierda a derecha: José Carlos García-Ramos, Pablo León, director general de Cultura del Principado, Oliver Rauhut y José Ángel Toyos, alcalde de Colunga, observan a «Quintín». / Principado

Está especializado en el estudio de dinosaurios, principalmente terópodos, y ha participado en campañas paleontológicas en varios continentes, incluyendo Europa (Alemania y España), África (Níger, Sudáfrica), América (USA, Argentina), Asia (Kirguistán), y Nueva Zelanda. Desde hace más de veinte años tiene un foco fundamental de trabajo en el Jurásico de Argentina y las faunas terrestres del Jurásico en general.

Con sus colegas asturianos participó en la investigación de una vértebra caudal de un dinosaurio terópodo que perteneció al mayor carnívoro del Mesozoico europeo, procedente de los acantilados de la playa de Vega (Ribadesella), y también fueron objeto de su interés diversas huellas de pisada de dinosaurios terópodos de grandes dimensiones recuperadas en los acantilados de Villaviciosa. Los resultados de esta investigación fueron publicados en 2018 en la revista científica "Peer J".

De este último paso por Asturias quedará también otro rastro investigador, ya que Rauhut tiene previsto avanzar en el estudio del esqueleto parcial de un dinosaurio ornitópodo recuperado en los acantilados de Quintueles (Villaviciosa), conocido informalmente como "Quintín".

–De vuelta en Asturias. ¿Solo por trabajo?

–Sí, esta vez mi viaje a Asturias ha tenido que ver solo con la visita de las colecciones del museo.

–¿Qué le parece a un experto el museo asturiano?

–El MUJA es una maravilla, tanto por la arquitectura como por la parte expositiva, como también por las colecciones que custodian de huellas y fósiles de vertebrados del Jurásico de Asturias. Aunque necesitaría refuerzo.

–¿Qué le falta?

–Lo que le hace falta todavía es apoyo para que tenga un departamento científico fuerte. En un museo de ciencias naturales, como es el MUJA, la investigación científica es lo que lo mantiene vivo. Por hacer la comparativa con un museo de arte, en estos últimos una obra no cambia, así que no hay mucha necesidad de modificar lo que se exhibe permanentemente. En un museo de ciencias naturales ocurre lo contrario, la ciencia progresa constantemente y solo con un buen departamento científico, que participa en la investigación y está al tanto de las novedades, esas se pueden incorporar a la exhibición. Si no ocurre eso, con el tiempo un museo de ciencias naturales como sería el MUJA se convierte en "un museo de un museo", no sé si se entiende.

Oliver Rauhut

Oliver Rauhut

–Entendido.

Laura (Piñuela) y José Carlos (García-Ramos) han trabajado mucho en las colecciones, pero con solo dos personas (y uno de ellos ya jubilado), y sin estudiantes o becarios, es más que difícil mantener la parte científica.

–Va a estudiar más en profundidad a "Quintín". ¿Qué características únicas tiene este fósil que merezca su atención?

Aunque hay muchas huellas de dinosaurios en el MUJA, "Quintín" es uno de los pocos dinosaurios de Asturias representado por un esqueleto parcial y articulado. Eso, en general, no es muy común, y siempre brinda posibilidades de entender más sobre esos animales de lo que se puede aprender si solamente tenemos sus huellas o algunos huesos aislados. El esqueleto de "Quintín" vamos a estudiarlo y describirlo en detalle y vamos a compararlo con otros dinosaurios parecidos que se encuentran en otras partes del mundo.

–¿Qué análisis le espera?

–Con un análisis filogenético se pueden identificar sus relaciones filogenéticas y biogeográficas con otros dinosaurios que pertenecen al mismo grupo (los ornitópodos). Eso es una parte del rompecabezas de la distribución y evolución de los dinosaurios durante del Jurásico.

–Precisamente, ha estudiado la colección de fósiles de dinosaurios jurásicos del MUJA para analizar su relación con la fauna de ese periodo de otras zonas del mundo. ¿A qué conclusiones ha llegado? ¿Había en Asturias la misma fauna que en otras partes del mundo o en el Jurásico había tanta variedad y diversidad como la que hay ahora en los diferentes continentes?

Todavía es muy pronto para tener conclusiones finales pero hasta ahora el estudio de la fauna asturiana nos ha dado ideas interesantes. En un trabajo sobre restos de dinosaurios tetrápodos, los grandes depredadores del Jurásico que publicamos en 2018, encontramos que aparentemente la fauna de Europa se distingue de las de Asia y de América del Norte en el Jurásico superior por la abundancia de un grupo de gigantescos animales del grupo de los megalosauridos, que se conoce poco fuera de Europa en esa época. Por otro lado, los datos preliminares en que estamos trabajando en ese momento parecen indicar que hay, diríamos, como una fauna más típica del Jurásico superior de España que tiene similitudes pero también diferencias con las contemporáneas de Portugal y Estados Unidos (que son bastante parecidos entre sí) y la fauna de Europa Central.

–¿Qué hace tan atractivo, así pasen los años, el mundo de los dinosaurios para los niños y no tan niños? ¿El cine tiene mucha responsabilidad?

Yo no lo vincularía tanto al cine como a la idea que esos animales eran reales. Es decir, es una fauna que realmente existió en nuestro planeta. Así que no son monstruos como Godzilla o algo así. Lo sugerente es que realmente eran animales vivientes.

–Vuelvo a sus inicios. ¿Qué le hizo especializarse en Paleontología?

–Pues justamente la fascinación que ejercían sobre mí esos animales. Como todos los niños, yo también tuve la fase de vivir esa fascinación, y los que nunca crecen ni salen de esa fascinación cuando son adultos se convierten en paleontólogos. Como me pasó a mí.

–¿Qué me diría si le pregunto por el lugar más raro donde ha encontrado fósiles?

–Buena pregunta… Tal vez en cierto sentido diría que ese sitio es Alemania. Como el país es tan poblado y hay tanto estudio hecho ya en todas partes y de todo, es sorprendente que todavía se pueda encontrar algo nuevo sobre lo que estudiar.

–¿Y la investigación más sorprendente que haya llevado a cabo en estas tres décadas de trabajo?

–Esa tal vez es la investigación sobre un dinosaurio nuevo que encontramos hace algunos años en Argentina, pero todavía es muy temprano para decir algo con certeza. Solamente que el bicho es muy raro…

–Imagino que conoce la costa de Asturias de donde salió "Quintín". A ojos de un experto que viaja por todo el mundo.. ¿Cómo debería Asturias aprovechar esa “singularidad” de tener una costa jurásica tan accesible?

–Sí que conozco la cota. Estuve una vez en el acantilado de donde viene "Quintín". Y, obviamente, es por esos fósiles por los que vengo a Asturias, aunque de paso también encontré la belleza de los paisajes, la buena comida… El MUJA es un buen lugar para destacar los fósiles que se han encontrado en Asturias. Pero como ya dije antes, lo que todavía le hace falta es un programa de investigación científica activo, tal vez con excavaciones más extensas y todo lo que eso incluye. Esto, según me parece, llevaría el interés por los fósiles todavía a otro nivel.

–Haga didáctica. ¿Dónde radica la importancia científica o histórica de seguir conociendo e identificando huellas de dinosaurio?

–En general el estudio de fósiles es una investigación en el pasado de nuestro planeta y, oír eso mismo, es una investigación en el patrimonio natural de la humanidad. Solamente si sabemos de dónde venimos (en el sentido de conocer bien la historia de nuestro planeta) podremos apreciar lo que tenemos y lo que estamos en peligro de perder.

«Quintín» salió volando de Quintueles

Hubo expectación hace once años cuando, en una compleja operación de «rescate», se logró extaer de los acantilados de Quintueles (Villaviciosa) a «Quintín» –de ahí el nombre–. El fósil que se sacó ese día gracias a un helicóptero militar había sido identificado muchos años antes, concretamente en 1998, por una vecina de la zona, Victoria Álvarez, cuando estaba pescando en el acantilado. Lo mismo a ella que a su amiga Paz Cifuentes les dio en la nariz que aquella piedra parecía tener algo de interés, y así se lo comunicaron a los expertos del MUJA.

Pero tan compleja era su extracción que hubo que esperar el momento oportuno. En concreto, a recibir la ayuda del helicóptero «chinook» del Ejército de Tierra. Con semejante apoyo se pudo llevar a cabo una operación de precisión en los acantilados de Aranzón (Villaviciosa), al este de la playa de La Ñora, donde se había distinguido el que era el esqueleto más completo localizado en Asturias. Para poder llevaro a los almacenes del museo en Colunga había que embridar primero una gran arenisca de 2.600 kilos, donde estaba fosilizado «Quintín».

«Quintín» es un dinosaurio bípedo y herbívoro, un ornitópodo, que vivió hace 152 millones de años en las costas asturianas y los expertos consideran que pudo haber sido arrastrado por la corriente de un río próximo a un delta y quedó sepultado durante una gran crecida. Es posible que estuviera vivo cuando le sucedió todo, de ahí su disposición anatómica y el hecho de que no sean huesos desmembrados sino un esqueleto articulado casi al completo.

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