La Infanta Sofía populariza en la jura de Leonor el uso de ropa alquilada: los detalles de su vestido

Una Infanta de España en un día histórico con un vestido alquilado. Algo impensable hace poco es ahora, además de muy "cool", toda una declaración de principios: la moda entra en la nueva onda de la economía circular, los armarios tienden a vaciarse, y de paso, los caprichos de vestimenta son mas fáciles de conseguir ya que cuestan una mínima parte de lo que debe pagarse por ellos en una tienda convencional.

Vestirse es un modo de expresar lo que cada uno cree y vive. Por eso cobra realce que la Infanta Sofía escogiese esa fórmula en el gran día del 18.º cumpleaños de su hermana la Princesa Leonor. El vestido-capa, diseño de Erdem, alquilado en la tienda madrileña Borow (nótese que el nombre es similar a la palabra inglesa borrow, pedir prestado, en español), ha dado la vuelta al mundo. Lo mejor es que cualquiera de quienes leen estas líneas podría ponérselo previo pago de 268 euros, módico precio, máxime si se compara con los 1.700 euros que figuran en la etiqueta. Además, la hija pequeña de los Reyes ha roto esa especie de norma no escrita que veta la ropa extranjera a las mujeres de la Familia Real. Erdem, creada en Londres por el turco canadiense Erdem Moralioglu, no es cualquier marca. Por ella mueren las "royals" de Europa, desde Kate Middletton, princesa de Gales, a la reina Matilde de Bélgica, sin obviar a Magdalena de Suecia, su hermana la Princesa Victoria o Mette-Marit de Noruega.

El caso es que con la inestimable ayuda de internet proliferan plataformas que alquilan ropa y complementos de toda suerte de marcas (caras y baratas), y también de tiendas virtuales para compraventa de ropa usada. Ralph Lauren cuenta con plataforma propia. Otras enseñas ofrecen sus modelos en negocios multimarca, como la propia Borow, fundada por las hermanas Joanna y Eva Chen, nietas del creador de la primera cadena de restaurantes chinos de España, empeñadas en dar visibilidad a la moda sostenible.

Eva, empresaria gastronómica, fundadora de Manolita Chen o La Pagoda, y Joanna, asesora de grandes capitales, idearon Borow para olvidar la fatídica frase de "no tengo nada que ponerme" que, aunque parezca mentira, además de mantra del común de las mortales también llega a las dueñas de los vestidores mejor nutridos del planeta. "Alquilar una prenda cuando quieres brillar cobra más sentido que nunca", han dicho las hermanas Chen, entusiasmadas con un proyecto que nació hace casi tres años "para lucir las últimas tendencias sin la necesidad de poseer y acumular piezas que no volveremos a vestir".

La tendencia es imparable. Escada da pasos en el mundo del alquiler de prendas de la mano de Pislow, una startup española centrada en "fashion renting" (moda de alquiler). Las piezas del sello estadounidense Michael Kors están disponibles en La Más Mona Daily. Jacquemus, una de las firmas triunfadoras del momento, también forma parte del catálogo de Borow, así como Zimmermann o Reformation. Gucci y sus bolsos pueden rentarse en Styleas, que entrega la mercancía en casa, por un mínimo de tres días y un máximo de dos meses. Loewe, Fendi, Balmain y Bottega Veneta son otras etiquetas disponibles. Los precios suelen fijarse en función del valor de la pieza y del tiempo que vaya a estar en poder de la "arrendataria". Y si toda esta letanía de marcas "luxury" resulta algo excesiva, no teman. En Ouh Lo Là el universo renting se extiende a Zara, Massimo Dutti y Mango. Será por variedad...

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