Fervor por al AVE en Asturias: más de nueve mil billetes vendidos, horas de colas y el hombre que se gastó casi mil euros en la taquilla

Fervor por la alta velocidad en Asturias. Miles de personas compraron este jueves billetes en Asturias para viajar en los nuevos trenes Avril (el AVE convencional) que entrarán en servicio el próximo 21 de mayo, ampliando de este modo las plazas actuales a más de 21.000 a la semana y acortando en doce minutos el tiempo de viaje hasta Madrid –el mejor tiempo será de 3 horas y seis minutos–.

Renfe empezó la venta de la oferta especial de 28.000 billetes baratos para viajar entre el 21 de mayo y el 21 de julio a las 9 horas y el éxito de convocatoria fue absoluto. Un dato lo avala: a las 19.00, según reveló Óscar Puente, ministro de Transportes, se habían vendido 9.246 billetes de AVE en Asturias y 13.461 en Galicia. "Es impresionante", opinó Puente. Desde primera hora la página web de la compañía ferroviaria tuvo muchas visitas, lo que derivó en tiempos de espera de unos cinco minutos. Pero el frenético ritmo no solo fue digital. Desde primera hora hubo largas colas para comprar pasajes –a 18 y 19 euros– especialmente en la estación de Uría de Oviedo. En Gijón también hubo hileras de viajeros, pero con un ritmo más bajo. En la capital asturiana la espera para comprar de forma física fue larga, de más de una hora con medio centenar de personas, lo que provocó muchas quejas de los viajeros.

La cola era la misma tanto para comprar billetes a Madrid como para hacerse con pasajes para otros destinos. "Tienen que poner más medios, no es normal estar esperando tanto", se quejaban varios presentes. "Se nota mucho que hay fervor por el AVE, pero es que plantarse en Madrid en poco más de tres horas es una locura. Vaticino un éxito total", explicaba en la cola de Oviedo en noreñense Enrique Espina, que compró dos pasajes para el 23 de mayo y volver una semana después. Total: 36 euros.

Luis Hende, también haciendo cola, se disponía a comprar para ir el 31 de mayo y regresar el 2 de junio. "Hasta ahora no iba casi en tren, pero desde la apertura de la Variante es rápido y cómodo. Es un viaje que se hace fácil", explicaba. La anécdota de la mañana en la estación de la calle Uría la protagonizó un ferroviario jubilado que estuvo más de dos horas en una de las tres taquillas operativas, para desesperación de los presentes. El hombre compró unos cuarenta billetes, se gastó casi mil euros y tuvo que estar despachando tanto tiempo porque al aplicar varios tipos de descuento el taquillero tenía que ir pasaje por pasaje. Al parecer, estaba organizando un viaje con amigos.

Por otro lado, la directora general de Ouigo en España, Hélène Valenzuela, insistió en que la compañía francesa no recibe subvenciones estatales ni vende sus billetes por debajo de costes, contestando de esta manera a Óscar Puente, ministro de Transportes. "Estamos desarrollando nuestro negocio, somos una sociedad anónima española, creamos empleo en España", señaló con motivo de la inauguración de su nueva ruta Madrid-Segovia-Valladolid.

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