Oviedo, Javier CUARTAS

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron ayer al presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durão Barroso, mediante una carta conjunta, que acelere los esfuerzos para regular los mercados financieros, intensificando en particular el control sobre dos instrumentos que han sido utilizados de forma masiva contra el euro por los especuladores internacionales desde el pasado febrero: los CDS («credit default swaps» o seguros de impago de deuda) y las llamadas «posiciones cortas» o «apuestas bajistas».

Hoy precisamente entra en vigor en España una nueva norma que obligará a todos los inversores a hacer públicas todas sus posiciones bajistas. Hasta ahora, y desde la crisis financiera, ya era preceptivo comunicar las apuestas a la baja sobre los valores financieros, pero desde hoy la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el órgano regulador de los mercados de valores españoles, lo amplía a todas las empresas que cotizan en el mercado, en cumplimiento de lo dispuesto por el Comité Europeo de Supervisores de Valores (CESR). Con ello se trata de garantizar una mayor transparencia en los movimientos subterráneos que condicionan el mercado.

Sarkozy y Merkel exigen, no obstante, ir más allá y emplazan a Durão a acelerar los trabajos para extremar la regulación de estos instrumentos y prácticas capaces de alterar de forma predeterminada la marcha de los mercados en beneficio (las más de las veces) de quienes operan con tales métodos. La misiva trata también de cercenar los rumores que apuntaban a un distanciamiento entre las dos mayores potencias del euro sobre cómo encarar la crisis y atajar, al tiempo, la imagen de división que se produjo en mayo cuando Merkel prohibió las ventas en corto y en descubierto en determinados activos, lo que, por su unilateralidad, generó distorsiones que irritaron a otros gobiernos, incluido el español.

Los CDS, que nacieron en los años noventa, son seguros que cubren de impagos a los inversores, pero han acabado siendo utilizados en operaciones especulativas contra países y sus emisiones de deuda pública.

En el caso de las apuestas bajistas sobre acciones, se trata de prácticas que tienen 400 años de historia. De este tipo de operaciones hay constancia ya en 1608 en la Bolsa de Amsterdam, considerada el primer mercado organizado de títulos. Las apuestas bajistas consisten en la venta súbita y masiva de títulos para forzar la caída de un valor y poder recomprarlo más barato de como se vendió. En ocasiones se venden acciones que se poseen en alquiler, pero no en propiedad. La práctica más intrépida es la llamada venta en descubierto: se venden acciones que aún no se poseen para forzar la caída de la cotización y poder adquirirlas a menor precio.