Todo lo que se sabe (y lo que no) de la tercera dosis de la vacuna en Asturias: los médicos la quieren antes de acabar el año

Los médicos optan por combinar el pinchazo contra la covid con el que protege frente a la gripe

La tercera dosis de la vacuna contra la covid-9 se abre paso en Europa

La tercera dosis de la vacuna contra la covid-9 se abre paso en Europa

R. G. / P. A.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama a la solidaridad entre países y pide que toda la población mundial esté inmunizad al menos en parte para que los países ricos empiecen a pensar en la tercera dosis, algunos miembros de la Unión Europea ya ponen plazos a ese (parece) último pinchazo. La Comisión Europea despejó el pasado jueves el camino de la tercera dosis al atribuir la decisión a cada estado, y limitarse a sugerir tener en cuenta las evidencias científicas, cuando algunos países miembros como Alemania o Francia, o desde fuera, el Reino Unido, anuncian el inicio en septiembre de una nueva ronda de vacunaciones. Pero ¿qué pasará en Asturias?

La semana pasada el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, reconoció en una comparecencia ante los grupos políticos en la Junta General del Principado que ya casi nadie niega que se necesitará una tercera dosis para completar el proceso de inmunización frente a las nuevas cepas del coronavirus. "Ya casi todo lo que vemos es variante delta y aunque las vacunas protegen es evidente que es más contagiosa", señalan algunos médicos asturianos.

Los países más desarrollados contemplan ya la opción para otoño. Y algo similar piden los médicos en Asturias. ¿Cómo está el Principado ahora mismo? Tal y como avanzó LA NUEVA ESPAÑA esta mañana Asturias ya tiene al 80 por ciento de la población con al menos una dosis. Los expertos de la región aseguran que hacer coincidir el tercer pinchazo con el de la gripe podría ser una buena estrategia. “Sería ideal, porque con esta estrategia obtendríamos unas tasas de protección altísima frente a los dos virus”, ha explicado a LA NUEVA ESPAÑA una médica de familia muy experimentada. Ahora bien, ¿es viable esta estrategia? En las circunstancias actuales, las posibilidades parecen muy bajas. Por un motivo fundamental: la escasez de dosis disponibles. Resulta muy poco verosímil que con los países más fuertes pugnando por comprar vacunas al por mayor para el tercer pinchazo, España consiga las necesarias para reforzar la protección de sus mayores de 65 años.

Así las cosas, en el momento actual lo más factible es que en este otoño, quizá a partir de octubre, Asturias haya de conformarse con administrar la vacuna de refuerzo a las personas inmunodeprimidas, aquellas que tienen mermado su sistema inmunológico por razones diversas, por ejemplo, un tratamiento oncológico.

¿Cuándo empezaría a ponerse en Asturias?

“Los técnicos tienen que decidir cuándo ponemos la tercera dosis. Va a pasar algo semejante a lo que ocurre con la gripe”, afirmó ayer en la Junta el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz. Por lo pronto, el Gobierno regional quiere dar prioridad a los asturianos inmudeprimidos, o sea, a aquellas personas que tienen bajas las defensas. Podrían recibir el pinchazo de forma simultánea al de la gripe, seguramente en octubre. Se trata de un grupo relativamente pequeño, que podría dar paso a otros más numerosos, empezando por los mayores de 65 años, a quienes el Principado, al igual que todas los gobiernos y autoridades sanitarias, quiere cuidar de manera especial. Es decir: habrá tercera dosis pero no para todos.

Intereses económicos

Las empresas tienen un enorme filón de recursos en esa tercera dosis, y según datos recopilados por Efe, las grandes farmacéuticas internacionales involucradas en la producción de la vacuna contra la covid-19 ganaron, en su conjunto, más de 24.500 millones de euros en el primer semestre de 2021, impulsadas por la creciente demanda del fármaco.

Según datos recopilados por Efe, las farmacéuticas Pfizer, AstraZeneca, Moderna y Johnson & Johnson (J&J), matriz de Janssen, consiguieron un beneficio neto de 24.522 millones de euros en este periodo, lo que supone un aumento del 66 % respecto a 2020.

En la disyuntiva presente, la portavoz de la CE Arianna Podestà precisó hoy durante una rueda de prensa que "la elección sobre si se administra una dosis de refuerzo recae en los Estados miembros. Como siempre, alentamos las decisiones basadas en la ciencia, en línea con el consejo de la Agencia Europea del Medicamento (EMA)".

Aclaró que, en cualquier caso, para el futuro es necesario "seguir garantizando la disponibilidad de suficientes vacunas, también en los próximos años, ante la posible necesidad de dosis de refuerzo si la evidencia científica lo confirma y también para la aparición de nuevas variantes".

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