La donación de sangre repunta y alcanza los niveles más altos de los últimos cinco años

"Hemos hecho un gran esfuerzo y los donantes responden con su solidaridad", subraya el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias

La enfermera Rocío Suárez extrae sangre a Ignacio Montero, en la unidad móvil instalada en la plaza de América de Oviedo, ayer. | Luisma Murias

La enfermera Rocío Suárez extrae sangre a Ignacio Montero, en la unidad móvil instalada en la plaza de América de Oviedo, ayer. | Luisma Murias / Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Las donaciones de sangre en Asturias se han recuperado hasta alcanzar niveles superiores a los previos a la pandemia. El año 2022 se cerrará con unas 41.300 bolsas recogidas. Se trata de la cifra más elevada del último lustro. Con este registro, no se superarán los máximos históricos, pero sí se alcanzarán números superiores a los registrados en seis de los últimos nueve ejercicios. "Hemos hecho un gran esfuerzo y los donantes han respondido con su solidaridad", explicó ayer a este periódico la hematóloga Ana María Ojea, directora técnica del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias.

A lo largo de 2020 y 2021, la pandemia de covid-19 provocó una reducción de las donaciones de sangre. También cayeron las demandas de los hospitales, al disminuir diversas actividades sanitarias, en particular la faceta quirúrgica. El año 2022 ha supuesto un cambio de tendencia en cuanto a las necesidades de sangre, y los responsables del Centro Comunitario han tenido que forzar la máquina para dar respuesta a los centros sanitarios.

A mediados del pasado noviembre, el dispositivo encargado de recoger, procesar y distribuir sangre en Asturias tuvo que dar la voz de alarma. Las reservas disponibles eran de 400 bolsas, cuando "lo ideal es tener un stock por encima de 800". Aquella situación de penuria obedecía a "la suma de varios factores", entre los que figuraban "algunas urgencias con elevado consumo, la actividad alta de los hospitales y los donantes que no pueden donar por estar con gripe o procesos catarrales".

En el momento actual, la situación de las reservas de sangre no es acuciante, pero tampoco holgada: "Es un periodo con muchos días festivos. Además, hay más catarros y covid que impiden la donación. Y también más movilidad de los donantes", indica la doctora Ojea. A todo esto se le suma que "aparecen urgencias con alto consumo como los accidentes de tráfico o los trasplantes de órganos, que pueden hacer que baje el stock de algunos grupos sanguíneos concretos".

A principios de este mes de diciembre, el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias puso en marcha un procedimiento especial para donar plasma cuyo objetivo es poder tratar cada año a unos 600 pacientes al año. Se trata de personas que requieren la infusión de una serie de proteínas que no pueden obtenerse en cantidades suficientes con donaciones de sangre convencional.

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