Entrevista exclusiva con Diego Canga en el aeropuerto: "Tenía un plan para quedarme, pero a veces la vida te trastoca, tengo que irme"

"La familia es lo más importante de mi vida, con una enorme diferencia; es un ‘hasta luego’, aún me queda cuerda de sobra"

Apenas 48 horas después de estrenarse como portavoz en la Junta General en una pregunta de control al presidente del Principado, Diego Canga formalizaba este viernes su renuncia por motivos "familiares" e "inesperados". Cuatro meses y medio después de recoger su acta de diputado, regresa a Bruselas y la próxima semana volverá a su puesto directivo en la Comisión Europea, del que estaba en excedencia. Minutos antes de embarcar y tomar el avión atendió a LA NUEVA ESPAÑA en el Aeropuerto.

–¿Cómo se encuentra?

–Bien, con ganas de llegar a casa.

–¿Hay una explicación lógica de esta marcha inesperada para sus compañeros de partido y sus votantes?

–Para mí, la familia es lo más importante de mi vida con una enorme diferencia, y todas las personas que tengan familia me entenderán. Dejo el Parlamento a mi pesar, obligado, por un tema estrictamente personal y familiar. No tiene nada que ver con la política y por eso me estoy volviendo urgentemente a casa.

–¿Está relacionado con un asunto médico?

–Durante meses he atendido a los medios, pero quiero que ahora se preserve mi privacidad.

–¿O tiene algo que ver son un ascenso profesional de su mujer?

–Mi privacidad es ahora lo más sagrado. No voy a salir de ahí.

–¿Cuándo empezó a cavilar que se podría dar esta situación?

–Hace unos días, probablemente un par de semanas, empecé a temerme lo peor y ahora se ha materializado.

–¿De no haberse producido esta situación familiar inesperada hubiera seguido en Asturias?

–Claro que sí. Había hecho un plan para quedarme, pero a veces haces planes y la vida te los trastoca, es lo que me ha pasado.

–¿Cuándo se sacó estos billetes de avión con los que vuelve a Bruselas?

–Hace poquísimo, el jueves o este miércoles, ahora no lo recuerdo. Ya me ve, con la maleta, corriendo...

–¿Su marcha ha cogido con el pie cambiado incluso a sus compañeros del PP en la Junta?

–Es correcto, hoy solo había cuatro o cinco diputados porque algunos estaban en otras partes de Asturias o incluso fuera.

–¿Habló con Álvaro Queipo?

–Sí, he tenido una larga conversación con el secretario general para informarle de todo. Hablo con él a diario, también este viernes.

No hay que buscar tres pies al gato, mi marcha no tiene nada que ver con la convocatoria del congreso

–¿Se esperaba Queipo su marcha?

–No, no sabía nada de esto.

–¿Hablará con el resto de diputados autonómicos del PP?

–Estoy llamando uno a uno por teléfono. Me explota el teléfono, no puedo llamarlos a todos. Estoy en ello, voy a intentarlo, pero encima es puente, resulta complicado.

–¿Informó de su marcha a Alberto Núñez Feijóo?

–Por supuesto, estuve con Alberto Núñez Feijóo el lunes de esta semana. Ese día ya le dije que tenía la idea de marcharme.

–¿Y comprendió su decisión?

–Las conversaciones con Alberto las guardo para mí, pero digamos que sí, es una persona muy comprensiva.

–¿No es demasiada casualidad que coincida su marcha con la convocatoria del congreso autonómico del PP?

–Me alegro de que me haga esta pregunta. No tiene absolutamente nada que ver. Me marcho por motivos personales, que rondaban por mi cabeza hace algunas semanas. Yo solicité en junio la afiliación y me la aceptaron en septiembre. Soy afiliado del PP desde inicios de septiembre, por tanto soy automáticamente inelegible. No hay que buscar tres pies al gato.

–¿De haber seguido de portavoz en la Junta, no había presentado su candidatura al congreso del PP?

–Decidí retrasar mi afiliación al partido. Era consciente de que si retrasaba mi afiliación estaba fuera de optar al congreso, fue una decisión mía. No me gusta ver que se establezca un vínculo, que no existe, entre mi marcha y el anuncio del congreso.

–¿Tiene proyecto el PP de Asturias o funciona a golpe de ocurrencia?

–Estoy muy tranquilo y me marcho con la satisfacción del deber cumplido. El PP está muchísimo mejor que cuando llegué. Todo va a ir bien para el PP en Asturias.

–¿Hay mimbres para mantener la unidad del partido o saltará por los aires con su marcha?

–No soy presidente del Principado por culpa de la división del voto de centro derecha. En las generales sí hubo unidad del centro derecha y ganamos con ocho mil votos de diferencia. Ya hay una mayoría social de centro-derecha. Soy un líder de equipo y el equipo ha funcionado bien. Si se sigue trabajando así, veo la senda bien. Hay mimbres para que el próximo presidente del Principado sea del PP.

–¿No se arrepiente de haber sido candidato del PP?

–No. Ha sido una experiencia muy enriquecedora en lo personal, en lo humano y en lo profesional. Para ser un novato no lo he hecho mal, pero el éxito es del equipo. Lo que le pido a Queipo es que siga con ese trabajo de equipo, que es lo que nos permite tener éxitos.

Me gustaría que Álvaro Queipo fuera el candidato a presidir el partido; le votaría sin ninguna duda

–¿Se va decepcionado o con amargura por no haber sido presidente de Asturias?

–No, porque observo de dónde veníamos y a dónde llegamos y hemos dado un subidón tremendo. Me quedé a 782 votos de la presidencia en una región de un millón de personas, en solo cuatro meses y medio. Me queda una duda.

–¿Cuál?

–Pues qué hubiera ocurrido de llegar seis meses antes. A posteriori somos todos muy listos, pero en lo personal estoy muy contento.

–¿Se ha sentido querido por su partido, tras el dardo que le lanzó Adrián Barbón hace apenas dos semanas?

–A lo mejor es el quien no se siente querido. Yo ese problema nunca lo he tenido. Me he sentido querido por los militantes y por mi equipo. En mis paseos por Oviedo cada cinco minutos me paran a abrazarme o hacerme un selfi. Una sorpresa de la campaña electoral fue el cariño enorme de la gente. He calado bien en la sociedad asturiana. El señor Barbón debe preocuparse por su partido, no por mí.

–¿Al final ha tenido razón Barbón cuando repetía en campaña que se iría para Bruselas más pronto que tarde?

–No. Barbón había dicho que me iba a ir en Semana Santa, luego que me iba al día siguiente de las elecciones y también se equivocó. Me voy por una decisión totalmente personal e inesperada y con un PP en buena forma.

–¿Lo deja en buenas manos?

–Quiero agradecer el buen trabajo realizado con Álvaro Queipo, con el que he estado muy a gusto, y la labor de mi equipo. He dado oportunidades a la gente joven y quizá con el tiempo se dirá que he realizado una buena labor. Ahora le toca a Álvaro Queipo decidir. Me gustaría que fuera el candidato a presidente del partido, pero la decisión le corresponde a él.

–¿Entonces si se presenta Álvaro Queipo al congreso autonómico contará con su voto?

–Claro que sí. Le votaría sin ninguna duda.

–¿Es un punto final o un punto y aparte?

–Es un punto y aparte, es un hasta luego. A lo mejor un día vuelvo, pero ahora lo más urgente es mi familia. Mi cabeza ahora está focalizada en volver cuanto antes a casa, pero tengo todavía 58 años y me queda cuerda de sobra.

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