Asturias Central, impulso empresarial

"En Asturias nos lastra la fiscalidad; es una desventaja frente a otros territorios"

"Tenemos una región ideal para invertir; mano de obra preparada, dos puertos y un centro atractivo para la industria"

Íñigo Cabal

Íñigo Cabal / Pablo Solares

L. L.

Más de 40 años de historia en el sector de la construcción y el montaje avalan a Geinco. Una empresa consolidada con sede en Asturias y Aragón que ha hecho de la construcción industrial su seña de identidad. Naves, colegios, piscinas o edificios en altura son otros de los proyectos que la compañía ha asumido en estos últimos años gracias al equipo de profesionales que tienen en sus filas. Íñigo Cabal, director general de Geinco, analiza los retos que les quedan por cumplir en un futuro al que miran con optimismo.

–¿Qué diferencia Geinco de otras empresas del sector?

–En Asturias tenemos un sector estructurado y con buenas empresas, pero pocas pueden presumir de una trayectoria tan larga. Eso nos ha dotado de solvencia financiera y también de credibilidad ante nuestros clientes. El bagaje y la experiencia de proyectos acumulados nos da también un "know how" que evidentemente se materializa en todos los proyectos que desarrollamos.

–¿Qué tipo de proyectos abordan?

–Podríamos decir que nos adaptamos a todo tipo de proyectos. Tradicionalmente hemos ejecutado mucha construcción industrial. Somos especialistas en naves industriales. Pero en los últimos años también ha crecido mucho la construcción residencial y el dotacional. Desde naves, a colegios, polideportivos, piscinas, pasando por gasolineras y hasta unifamiliares o edificios en altura. Cualquier proyecto es posible para Geinco y el gran equipo profesional que lo compone.

–¿Cómo fueron los orígenes de Geinco?

–Duros, din duda. Como los de cualquier empresa familiar. El mérito fue de su fundador, José Luis García; y su fiel escudero José Manuel Brocal que le ayudó en esa tarea. José Luis ha realizado una labor encomiable que después de tantos años procuramos mantener y continuar. Porque como empresa familiar nuestro objetivo es mantener el arraigo a Asturias y perdurar en el tiempo.

–¿Qué ámbito geográfico abarcan?

–Fundamentalmente Asturias, aunque también llegamos a León y tenemos una delegación en Aragón. Territorio con el que tenemos una estrecha vinculación desde hace tiempo.

–¿Qué dificultades futuras afrontan?

–Dificultades las propias de todas las empresas y de todos los empresarios cada día. Hay que mantener la atención 24 horas y los 365 días del año. No se puede bajar la guardia, pero también tenemos nuestras satisfacciones personales que compensan enormemente. La construcción es un sector con muchos dientes de sierra y adaptarse a veces es dificultoso. A ello hay que añadir que en Asturias tenemos impedimentos añadidos como la alta fiscalidad que sufrimos las empresas y los ciudadanos. Estamos en clara desventaja frente a otros territorios y debe ser revertido.

–¿Cómo afecta esto a las empresas?

–Las empresas más solventes superan mejor esas adversidades, pero no se les puede penalizar con criterios interpretativos respecto, por ejemplo, a bienes afectos y no afectos en relación con el impuesto de sucesiones.

Necesitamos muchas empresas que paguen impuestos en el Principado de Asturias y que generen muchos empleos. Porque eso será motivo de que el consumo se incremente, lo cual se traducirá en una mayor recaudación por IVA e IRPF.

–¿No supondría menor recaudación?

–Menos impuestos no tienen por qué implicar menor recaudación. Cabe recordar que IVA e IRPF suponen el grueso de los ingresos en el presupuesto del Principado. Imagínese qué importancia tiene esta cuestión y qué trascendencia en dotarnos de más recursos para las diferentes políticas a desarrollar.

Así que la fiscalidad sí es una dificultad y un reto a futuro que debemos superar con la ayuda de las administraciones para mantener el arraigo a nuestro territorio.

–¿Cómo observan la situación del mercado laboral?

–Con preocupación. Nos vemos en dificultades para encontrar determinados perfiles. Sin embargo, Geinco siempre ha sido una empresa familiar y como tal los trabajadores y la dirección hacen un equipo muy compacto. Una relación casi de amistad y con una comunicación muy fluida y de mucha confianza. Creo que es un tangible que se valora y nos lo pone más fácil para atraer nuevos trabajadores.

–¿Qué perspectivas de futuro ven para Asturias y para el sector?

–Queremos ser optimistas. En estos momentos hay muchos proyectos y en Europa muchos fondos por repartir. Sin duda se está observando en la carga de trabajo. En cuanto a Asturias, no me cansaré de repetir que lo tenemos todo. Mano de obra preparada, dos magníficos puertos, una zona centro llana para poder atraer grandes industrias; las comunicaciones, aunque por rematar, empiezan a ser muy dignas. Si a eso sumas paisaje y gastronomía, no habría mejor territorio para invertir. Pero necesitamos un ecosistema completo y para ello hay que superar nuestra diferenciación fiscal con la práctica totalidad de las comunidades. Una fiscalidad que nos lastra. Una vez lo corrijamos, estoy seguro volveremos a ser una comunidad próspera a la que los jóvenes quieran retornar. En eso estamos todos.