Las administraciones prevén acelerar los trámites una vez se adjudique Alu Ibérica

Los ayuntamientos de Gozón y Avilés deberán conceder las licencias de obra para adaptar las naves industriales a la futura producción

Estado en que se encuentran las instalaciones fabriles de Alu Ibérica en San Balandrán. | Mara Villamuza

Estado en que se encuentran las instalaciones fabriles de Alu Ibérica en San Balandrán. | Mara Villamuza / Saúl Fernández / F. L Jiménez

Marián Martínez

Marián Martínez

Recuperar la actividad industrial en las instalaciones de Alu Ibérica (antigua Alcoa) se ha convertido en una prioridad para los ayuntamientos de la comarca, que están dispuestos a agilizar los trámites burocráticos todo lo posible para que la empresa adjudicataria pueda empezar cuanto antes a producir. La vista se ha puesto en finales de este año para que esté concluido el periplo de formalización de la venta, concesiones administrativas y licencias, necesarias para poder realizar las obras de adecuación de las naves para destinarlas a su nuevo uso. Y todos estos trámites implican a la administración concursal, el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Oviedo, la Autoridad Portuaria de Avilés, y los ayuntamientos de Gozón y de Avilés, al encontrarse los terrenos e instalaciones en sus territorios.

La administración concursal tiene de plazo hasta dos meses para decidir la adjudicación de los terrenos entre Windar Renovables y Alueuropa. La primera, multinacional de origen avilesino fabricante de aerogeneradores y subestructuras para eólicos marinos, ya ha cumplimentado los pasos exigidos por la administración concursal ratificando su apuesta con una inversión de 110 millones de euros y la creación de 510 empleos directos y más de 200 indirectos. De Alueuropa solo se sabe que quería dedicarse a la extrusión de aluminio, pero no ha hecho público su proyecto, ni la inversión, ni los empleos ni ha solicitado la concesión administrativa de la nave de fundición que necesitaría para su producción.

Mientras la administración concursal resuelve, la cuantía que se adeuda a los acreedores sigue creciendo. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Gozón, donde se encuentran la mayor parte de las instalaciones fabriles de Alu Ibérica, calcula que ya se superen los 300.000 euros, teniendo en cuenta la suma de los intereses correspondientes a la deuda inicial. Pero además, el cierre de la aluminera fue un golpe en la línea de flotación del Ayuntamiento gozoniego, que dejó de ingresar aproximadamente un millón de euros al año correspondientes al IBI, el IAE y el agua, entre otros conceptos.

La Autoridad Portuaria de Avilés también se verá beneficiada de la reactivación productiva, ya que es la propietaria de la mayor parte del terreno donde se asientan las naves industriales y del muelle. Esto supone que la firma adjudicataria tendrá que abonar un canon anual al Puerto.

Según el registro, suyo es el muelle, cuatro silos, las estructuras de carga de camiones y dos edificios y salas de control en el muelle. Después están los terrenos industriales, en los que se asientan un taller mecánico; un parque y un almacén de materiales; una planta de reciclado con su propio almacén; otro almacén de utillaje y una central neumática; una nave de limpieza; otra de almacén de coque; otra de vehículos; la caseta de control de acceso y la sala de control de una subestación. Y además, las joyas de la corona: las dos grandes naves de electrólisis y la de fundición y almacén de aluminio.

La inversión que realice la empresa adjudicataria en el concurso de acreedores influirá a la hora de establecer los años de concesión de uso, entendiendo que cuanto más elevada sea, más se prolongará en el tiempo. Otra cosa es el canon que la compañía deberá abonar anualmente al Puerto. La inversión en las naves computará como mejora de las instalaciones portuarias, pero no así la maquinaria. Está fijado por ley el tanto por ciento que la firma deberá abonar en función del precio del suelo y de la inversión realizada.

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