Bodas de plata con Lorca

La compañía Factoría Norte, la de Carmen Gallo, empezó su carrera con un espectáculo a mitad de camino entre la lectura dramatizada y el musical. "Lo llamamos ‘Las voces de Federico’", cuenta la productora teatral al otro lado de la línea telefónica.

Fue hace veinticinco años. Más o menos. En noviembre pasado, la compañía gijonesa volvió por los derroteros lorquianos y salió "Si yo fuera Federico", sobre la figura del dramaturgo y poeta de Fuentevaqueros. "Una manera de volver a los inicios", apunta Gallo. Este espectáculo se estrenó en el Jovellanos y anoche se representó en el teatro Palacio Valdés, el primer montaje del ciclo de invierno de este año. "Se me había ocurrido hacer algo como lo que hicimos al principio. Ese deseo mío se lo propuse a Borja Roces. Necesitaba poner el proyecto en manos de un actor y director conquistado por el mundo lorquiano. Borja al final hizo su propia versión, la suya, distinta a la que había planteado", explica Gallo. Y esa, precisamente, es la que se vio en Avilés.

Carmen Gallo, muy vinculada a la escena avilesina, sigue contando: "Empezamos cuando a unos cuantos nos echaron del ITAE. Tenía ganas de volver a hacer teatro: llevaba tiempo con la enseñanza", hace memoria. Cómicos de la legua, amor por la escena y por el más moderno de los dramaturgos. "Nos juntamos Etelvino Vázquez, Matilde González... Había música, las canciones de Lorca.Telvi interpretaba algunas piezas... Así empezamos. Pero luego seguimos. Un poco después hicimos ‘Federico Federico’, con Marcelino de Santiago. Los títeres eran también suyos. Sergio Gayol y Leila Osman estaban al cargo de aquel montaje...", cuenta la productora de Factoría Norte

La compañía de Gallo nació empujada por García Lorca y con García Lorca aún en la recámara se plantea crecer a partir de ahora: unas bodas de plata último modelo, como demostró la última encarnadura de la formación anoche en el teatro avilesino. Mañana viernes vuelve a las andadas, pero con la representación de "Cielos", de Wadji Mouawad, con dirección de Sergio Peris-Mencheta, también muy habitual de la escena avilesina.

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