El Principado inspeccionará el piso social que habitaban los jóvenes conflictivos de Moreda para ver si se incumplieron los criterios de concesión

Vipasa evaluará el estado del inmueble para ver si se siguió "el adecuado mantenimiento y el cumplimiento de las normas de convivencia de cualquier comunidad de vecinos" antes de tomar una decisión sobre la asignación

La crónica de una noche de furia en Moreda: la policía investiga el estallido vecinal contra unos jóvenes conflictivos

Agencia ATLAS

La dirección general de Vivienda y la empresa pública Viviendas del Principado de Asturias (Vipasa) ha confirmado que en el piso social de Moreda en el que se instaló el grupo de jóvenes que han roto la tranquila convivencia que caracteriza a esta localidad allerana únicamente consta una persona inscrita. Se trata del veinteañero que asegura ejercer de mentor del resto y que se encontraba bajo la tutela del Gobierno autonómico. Tras el estallido de indignación social a raíz de una larga lista de incidentes y problemas de convivencia con estos jóvenes, ya se ha dado la orden para que un perito del servicio de inspección proceda a visitar la vivienda en la mayor brevedad posible. “El objetivo es poder evaluar el estado en que se encuentra actualmente el inmueble en cuanto a posibles desperfectos y grado de mantenimiento del mismo por parte del inquilino”, explicaron desde Vivienda.

“Queremos recordar que el acceso a una vivienda pública de estas características conlleva una serie de derechos y obligaciones, entre las que no puede faltar su adecuado mantenimiento y el cumplimiento de las normas de convivencia de cualquier comunidad de vecinos”, señalan desde la administración autonómica. De momento, el grupo de jóvenes ha abandonado la vivienda. Lo hicieron tras verse la noche del sábado cercados por un gran número de vecinos. Fue necesario un amplio despliegue de la Guardia Civil para que la comunidad no se tomara la justicia por su cuenta. El malestar en Moreda es enorme, ya que a estos jóvenes se les atribuyen agresiones, amenazas, daños en el mobiliario urbano y en propiedades privadas, incluido pinchazos en ruedas y pintadas en turismos.

El detonante

El detonante, según los vecinos, fue una de esas gotas que colman el vaso. Unos hablan de un robo a una vecina y otros de una agresión a una pareja en el tren que venía de Mieres. Son dos tipos de hechos que, denuncian los vecinos, han sido frecuentes en el último mes. "Mi madre no se atrevía a salir a hacer la compra", apuntaba como ejemplo una residente Moreda. Los asaltos a vecinos en la calle eran habituales, lo mismo que los altercados en el tren. Tanto que Renfe había aumentado la seguridad en la línea de ancho métrico (antigua Feve) que une Mieres y Aller.

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