Lejos de su tierra

Tailandia, en el continente asiático, donde se habla un idioma que en nada se parece a los de Europa, allá se fue Daniel Sancho, cocinero, hijo del actor Rodolfo Sancho y nieto del más afamado Sancho Gracia, del que todos recordamos aquella serie tan famosa de Curro Jiménez que la televisión española transmitió durante mucho tiempo.

Estos días Daniel se ha hecho famoso lejos de su Madrid natal y no precisamente como actor y, más allá, ni como chef de cocina, puesto que se le está acusando, al menos por la policía tailandesa, por haber asesinado al médico colombiano Edwin Arrieta, el que, según Daniel, había hecho proposiciones deshonestas. Todo muy serio, puede ser condenado a muerte.

En un basurero, donde la gente pobre acostumbra a revolver las bolsas con desperdicios, encuentran parte de un cuerpo humano y descubren que se trata del medio colombiano y amigo, por tanto, de Daniel, cuando este último se había presentado en la comisaría para denunciar su desaparición.

Todo parecía bien orquestado por Daniel, pero, quizá por la rapidez en toda la ejecución, o con la ayuda de una segunda persona también chapucera, de momento apresaron a Daniel y este cantó de lleno. Todo este lío marcó de lleno la desgracia en una familia que siempre fue muy estimada en España.

Ahora esperamos el enjuiciamiento de Daniel, muy lejos de su patria.

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