Desde la Meseta

Salió caro el piquito

La polémica sobre el comportamiento de Luis Rubiales

Luis Alonso-Vega

Luis Alonso-Vega

Han pasado los días y sigue la polémica del "pico". Pienso, pensamos, que más fue un picotazo. La alegría, la euforia, degeneró en la desvergüenza, y por todo el mundo y "alrededores" se hizo más famoso Luis Rubiales, un saleroso andaluz de Motril, provincia de Granada, que la propia selección española de fútbol femenino, campeona del mundo.

Jennifer Hermoso, jugadora de referida selección ganadora, posó en segundo término de espaldas, en tanto Rubiales cogía con firmeza la cabeza de Jennifer y, según él, le deba un piquito consentido. Yo, por mi parte, modifico el consentido por considerable.

Les recuerdo que Rubiales, hasta hace unos días presidente de la Federación Nacional de Fútbol Española, afirmó rotundamente que todo ese revuelo armado había sido consensuado con la jugadora, cosa que ella negó una vez oídas las manifestaciones del entonces su presidente.

Y el lío ya está armado. Cuando un gran número de habitantes del mundo se ponía en contra del Sr. Rubiales, un indeterminado número de vecinos de Motril se posicionaba a su favor: vamos que el muchacho era un hombre extraordinario y ejemplar.

Yo no digo que tenga todos esos méritos, pero de lo que si estoy seguro es que su vida no saldrá en una enciclopedia estudiantil. Veremos en qué acaba esta novela. Hay que esperar.

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