Opinión | A mi aire

Lo que se oye

El estar sentado en cualquier terraza rodeado de grupos diversos de personas –y algún inevitable perro que otro– hace que las conversaciones de cada cual lleguen a los oídos de las mesas más cercanas, más porque los asturianos solemos hablar en tono alto.

Hoy toca un grupo amplio de habituales de la zona que inician su "despotrique" clásico poniendo a caldo a la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso por los presuntos chanchullos de su pareja, pero como todo se mira según el color del cristal no pasa ni un minuto para que le respondan con el también presunto de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, y acto seguido salen a la luz multitud de ejemplos que van desgranando según las afinidades políticas –eso supongo– de los que intervienen.

Para no complicar más las cosas firman el pacto de dejar el tema que ya los tiene hasta el gorro en todos los niveles llegado a la conclusión que no merece la pena pues resultan todos iguales.

Acto seguido, pasan a otros temas que les afectan en su día a día. Abandonado ya lo de "cortar trajes", se comenta la posible prohibición de fumar en las terrazas, cosa que les afecta bastante, dado que la mayoría son amantes del tabaco. A partir de ahí, comienza la apertura de un inmenso cajón de sastre en el que tiene cabida todo lo que a diario les molesta y de lo más variopinto: los vendedores callejeros y su megafonía, que entienden que deberían tener horarios definidos y no incordiar en horas tempranas –quien lo comenta debe ser poco madrugadora–; otras coinciden en tener vecinos que no parecen estar preparados para vivir en comunidad, con golpes constantes, taconeos a cualquier hora, carreras, o niños consentidos.

Entran en liza también los perros en las viviendas, pero sobre todo el poco civismo de algunos dueños que siguen dejando lo que pinte por las calles.

La escasa limpieza, los contenedores, y más vigilancia en plano general suscitan amplio consenso. Al final se me echa el tiempo encima y me voy. Ignoro si habrán seguido arreglando el país, pero me dieron esta columna sin necesidad del mínimo esfuerzo. Gracias.

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