En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Adelantando la celebración

Roque Mesa como director deportivo por un día para fichar a Viera y felicidad en la casa azul tras el susto de Colombatto que se quedó en nada

Roque Mesa, durante su presentación como jugador del Sporting

Roque Mesa, durante su presentación como jugador del Sporting / Marcos León

Pablo González

Pablo González

Ya está aquí de nuevo la Liga que nos importa, siempre con permiso de la Supercopa de la democrática Arabia. A ambos lados del Potomac se conjuran para arrancar el 2024 con una victoria sí o sí para seguir optando a lo mejor, esa Primera División que tanto se resiste en la madreñina "furgolística". En el caso del Sporting, Roque Mesa lo ve claro, no duda que los de MAR son los mejores de la categoría y serios candidatos a acabar el curso celebrando algo grande.

El mediocentro canario no se corta ni a la hora de descubrir que ejerció durante un día de director deportivo y trató de traer a Gijón a Jonathan Viera, esa clase de futbolista que los lunes no entrena porque tiene molestias, los martes anda renqueante, los miércoles le duele la garganta y el jueves se le han quitado todos los males para ya el fin de semana levantar a más de uno de la butaca. Pero va a ser que no. El que sí es Mario González, el delantero por el que el club y afición llevan miagando desde el lejano verano.

Mientras, a 28 kilómetros se ha instalado la felicidad al comprobar que Colombatto está sano. Así que no cunda el pánico entre las masas. Lo que le queda a Carrión es buscar un plan para recomponer la defensa para no tener un susto ante el modesto Amorebieta. Por lo demás, Mbappé sigue dando que hablar y todavía acabará colándosela al incauto de turno, ya sea el PSG, el Madrid o a alguno que pase por ahí. Y que le sigan riendo las gracias, ¿oyisti, güey?

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