Nuevos vientos en El Musel: la llegada del negocio eólico en detrimento del carbón

El interés de tres empresas por desarrollar proyectos de aerogeneradores marinos enfoca al Puerto hacia otras propuestas alejadas de los graneles

Vista aérea del puerto de El Musel, con la ampliación al fondo. | Mara Villamuza

Vista aérea del puerto de El Musel, con la ampliación al fondo. | Mara Villamuza / I. Peláez

I. Peláez

I. Peláez

La pugna entre Zima Equity Investments y Duro Felguera por hacerse con terrenos del Muelle Norte, en la ampliación de El Musel, para desarrollar un proyecto de fabricación de componentes de aerogeneradores marinos, tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA, ha vuelto a poner de manifiesto que los vientos soplan a favor del puerto gijonés, con distintas firmas de relevancia queriéndose asentar en unos terrenos en los que por el momento solo están una terminal de Tudela Veguín y espacios asfaltados para acopio de graneles autorizados a corto plazo en 100.000 de los 500.000 metros cuadrados de esa explanada. Aires, además, de cambio que convierten a El Musel en un polo de atracción para proyectos industriales, alejados de los graneles, que tendrán un papel clave para la industria regional en plena descarbonización.

El grupo español de ingeniería Zima, propietario de Daorje y proveedor de ArcelorMittal, presentó una oferta a la Autoridad Portuaria para solicitar la concesión de 128.005 metros cuadrados en la segunda línea del Muelle Norte para desarrollar un centro logístico para instalaciones eólicas y marinas. Desde El Musel, iniciaron a finales de diciembre el correspondiente trámite de competencia de proyectos que concluyó el pasado día 23. Fue entonces cuando se confirmó que el interés de Duro Felguera, que incluso ha ido más allá al solicitar la totalidad de los terrenos disponibles actualmente en el Muelle Norte, es decir, una superficie de entre 375.000 y 400.000 metros cuadrados.

La última palabra la tiene la Autoridad Portuaria. Ahora, será momento de analizar las dos propuestas en lo relativo a los aspectos técnicos, industriales y legales de cada una. De optarse finalmente por la opción aportada por Duro Felguera no quedaría espacio en la explanada para el proyecto de la empresa Moncobra, interesada en ocupar 200.000 metros cuadrados para fabricar las bases de sustentación de aerogeneradores marinos. Sí sería compatible, en cambio, con la propuesta de Zima. Moncobra, no obstante, no formalizó contrapropuesta durante el trámite de competencia abierto tras la solicitud de Zima.

Más allá de qué opción cristalizará en un futuro de este proceso, la pugna supone un nuevo ejemplo de la gran transformación que está experimentando El Musel –otrora principal puerto español para el movimiento de minerales por la alta demanda de materias primas desde los altos hornos de la siderurgia y las térmicas de Asturias, León y Palencia– gracias al creciente interés de las compañías ajenas al carbón por asentarse a orillas del cantábrico en esas 140 hectáreas ganadas al mar que supuso la obra de ampliación del puerto, que se desarrolló entre 2005 y 2011 y que, paso a paso y por el momento, está saliendo indemne del periplo judicial.

A las tres propuestas, como ejemplos, se suma las intenciones de la multinacional australiana James Hardie (propietaria en España de Fermacell) para crear en la ampliación una fábrica de paneles modulares de fibrocemento para el sector de la construcción y para el que necesitaría una extensión de 130.000 metros cuadrados. La empresa Preco, por su parte, busca 30.000 metros cuadrados –y otros 20.000 para una segunda fase– para su proyecto de economía circular, que prevé una inversión de 120 millones de euros, consistente en transformar residuos plásticos en un líquido que podría utilizarse como materia prima en la industria química o como combustible.

También han lanzado propuestas DDR Vessels o Aquacría La Figal, que, con una inversión de 73 millones de euros en seis años, desarrollará una piscifactoría para el engorde de lenguados en la explanada de La Figar. O la empresa de Singapur LNG9 que mostró su interés por construir en la explanada de Aboño una central termoeléctrica de gas. Sin olvidar la planta de electrólisis que busca Enagás y Naturgy.

Suscríbete para seguir leyendo