Los nuevos residentes de Cabueñes presumen de hospital: "En Gijón hay buena calidad de vida"

La promoción, con 61 jóvenes de dentro y fuera del país, inicia hoy su formación en el centro sanitario, que tiene "fama de ser acogedor"

Entrada principal del Hospital de Cabueñes

Entrada principal del Hospital de Cabueñes

Ilusionados y atraídos por el ambiente "acogedor" de la sanidad gijonesa y por la "buena calidad de vida" de la ciudad, el Hospital Universitario de Cabueñes recibe hoy a sus nuevos residentes, un total de 61 –sumando los de medicina, enfermería y especialidades no médicas–, que explican estar entre la ilusión y los nervios. El grupo es heterogéneo, con integrantes llegados incluso de fuera de España, pero explican tener en común una misma idea: Cabueñes, incluso para aquellos que no lo llevaban en su lista como primera opción de residencia, tiene "buena fama" como centro docente. Todo el grupo será recibido hoy en el salón de actos del hospital en un acto que presidirá la gerente sanitaria, María Luisa Sánchez, que impartirá también una ponencia titulada "Claves para el éxito en el Sistema Nacional de Salud".

Carla Díaz, ovetense de 24 años, inicia hoy su residencia en Gijón en su plaza de Medicina Interna. "Quería quedarme en Asturias, así que pedí plaza tanto en Cabueñes como en el HUCA. Mi idea también es quedarme aquí a trabajar para poder estar cerca de mi familia. Una de mis prioridades es no alejarme de mis padres, porque si tienes un mal día en la residencia lo que te apetece es poder irte a tu casa", razona. Su MIR, explica, fue "complicado de gestionar", porque temía no lograr la puntuación suficiente y tener que irse a León, pero le salió bien. "El otro día ya nos presentaron en el servicio (de Cabueñes) y me pareció muy familiar. Creo que es un buen hospital", agradece. También es asturiana, y gijonesa, Beatriz Rehberger, nueva EIR de Pediatría de 23 años, que reconoce: "No sabía que me gustaban tanto los niños hasta que estuve rotando en la carrera en el HUCA. Vi muchos partos, y me encantaron, y vi que me gustaban muchísimo los bebés. Estoy muy contenta".

De Ourense se viene ahora a vivir a Gijón Andrea Gallego, de 23 años, como nueva residente de farmacia hospitalaria. Tuvo que, por tanto, sacarse el FIR –la misma prueba del MIR, pero para farmacéuticos–, donde la competencia es también alta. "Se convocan muy pocas plazas, 300 y pico en toda España. Mi prioridad era Galicia, pero también pedí Asturias si no podía ser por una cuestión de cercanía. En Gijón no había estado nunca, pero la elegí porque me resulta similar en cuanto a ambiente y calidad de vida", detalla la joven, que ya ha encontrado piso aquí. Su situación es similar a la de Elena Sánchez, de 24 años. Es valenciana y, ahora, flamante residente de Dermatología en Cabueñes. La joven sabe que su especialidad parece estar ahora "de moda", con más demanda de la habitual porque, en comparación con otras especialidades, parece garantizar unas mejores condiciones laborales a futuro. Su caso, sin embargo, es vocacional. "Es una pena que la especialidad se escoja ahora por ese tema de las condiciones, porque todas las especialidades deberían tener las mismas, pero en mi caso yo sabía que quería dedicarme a esto desde que hice unas prácticas en la carrera y me enamoré. Tengo mucha suerte; sé que quiero hacer esto durante toda mi vida", agradece la joven.

Gastón Figueroa, por último, viene del otro lado del océano. Argentino de 35 años, y afincado en Gijón desde hace ahora un año, cursó la carrera y otra especialidad –internista– en su país natal y se prepara ahora para ser neumólogo. "Vine en busca de una mejor calidad de vida y estuve este tiempo trabajando en atención primaria. Me siento muy integrado; toda la gente con la que me he cruzado hasta ahora ha sido muy simpática conmigo", agradece el médico, que es consciente que será, seguramente, uno de los más veteranos de su promoción: "Siempre tuve en mente hacer esto y se me fue dilatando, pero ahora por fin la vida me trajo de vuelta".

Suscríbete para seguir leyendo