Emilio Ribera lidera un cuarteto que fusionará flamenco y jazz

El guitarrista presentará el repertorio el 11 de julio: "Quería verter en un proyecto la música que sentía que tenía gana de hacer"

Emilio Ribera, músico

Emilio Ribera, músico / Ángel González

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Casi una década después de su último proyecto en solitario, el músico gijonés Emilio Ribera se lanza con un proyecto ambicioso, que fusiona flamenco y jazz, bajo el nombre de Emilio Ribera Quartet. Será el próximo 11 de julio, en la Sala Acapulco, cuando presentarán los sonidos que vienen trabajando. "Habrá composiciones propias, visitaremos palos del flamenco, la alegría, el martinete, los tangos o la bulería. Pero con la revisión de que tengan que admitir un lenguaje jazzístico: jugaremos con la voz o partes de la composición propia", enfatiza Ribera.

En 2011 el guitarrista gijonés lanzó "Tyfpe", acrónimo de "Tu yes finu pa eso", un trabajo musical plenamente instrumental, "mezcla de jazz y rock sinfónico", recuerda. La otra propuesta que había hecho casi en solitario, o como proyecto propio, fue en 2014, con el disco de guitarra y voz "Caminos sobre un océano", junto a Esther Yuste. Después de eso Ribera afrontó otros proyectos, en los que acompañó a varios artistas, actuó como director musical o de guitarrista acompañante. "Tenía gana de verter en un proyecto la música que yo sentía que tenía gana de hacer. Llevo años así fuertes vinculado al flamenco, de ahí la decisión de tirar por ahí", confiesa.

En este "Emilio Ribera Quartet", en el que Ribera trabaja con guitarra eléctrica, está acompañado de Carlos Laiz al bajo, Manu Molina a la batería y David Hernández a la voz. Precisamente éste último, cantaor, y con el que ya trabajó previamente, le hizo encontrar esta vía de inspiración. "Tenía gana de hacer un proyecto que juntase ese lenguaje del flamenco con mi lenguaje en la guitarra más jazzístico".

¿Y cómo de arriesgada es la combinación? "Pues esto en Asturias es algo que se ha hecho poco. Aquí la gente cuando vamos a hacer flamenco está desubicada, no sabes muy bien si vas hacer lo que se llama ahora modernamente flamenquito, que es todo lo contrario a lo que hacemos", cuenta, antes de añadir: "La gente piensa que se va a encontrar un concierto de algo que le va a resultar duro y al final se va encantada".

Uno de los temas que presentan en este trabajo es el conocido "Si la nieve resbala". "Visitando música asturiana sí vemos que la cadencia armónica que la acompaña coincide con la que acompaña al flamenco. Es un experimento que ha quedado muy chulo", justifica Emilio Ribera sobre el motivo por el que incluir una versión de este tema. "A veces bromeo con que la canción asturiana, la tonada, está hecha para ser cantada en un valle con una gaita o mucho volumen, o con unos elementos muy parecidos, para ser cantada de una forma más intima", cuenta a continuación. "Pero, sin embargo, hay elementos musicales comunes, tanto es así que hay un palo que se llama el garrotín, que es de origen asturiano, que se extendió desde aquí a Andalucía aunque no se sabe la forma exacta. Pero sí que el palo garrotín flamenco tiene su origen en Asturias porque las melodías y armonías coinciden", concluye.

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