Opinión

Jove: vial soterrado como única estrategia de futuro

El futuro vial de Jove es una infraestructura clave para resolver los endémicos problemas de tráfico y su consecuente contaminación de la zona oeste de Gijón; pero también es un proyecto esencial para la salida y entrada de camiones de El Musel. Es decir, una obra de carácter estratégico para la ciudad. Y la importancia de cómo se concibe, diseña y ejecuta, debe estar en consonancia con los objetivos que persigue. Y para que todo ello sea posible, solo cabe una solución: un vial soterrado.

Lo que hace menos de un año se daba por encauzado –después de una primera adjudicación que no se llevó a cabo por una serie de imprevistos–, se ha convertido en una suspensión frustrante para todos los gijoneses, con la disculpa de supuestos argumentos técnicos, en absoluto justificados, que no fueron visibles poco tiempo antes. Un auténtico jarro de agua fría que puede templarse si el Ministerio de Transportes atiende la demanda –sin excepciones– de todo Gijón y pone de nuevo sobre la mesa, un proyecto que contemple el soterramiento.

Como ha quedado claro, el vial de Jove no es una infraestructura cualquiera. A la hora de acometerlo hay que tener en cuenta variables de sostenibilidad, movilidad, desarrollo económico y la oportunidad urbanística de "hacer ciudad", tantas veces olvidada. Desde la Cámara de Comercio de Gijón estamos siempre atentos a todo este conjunto de circunstancias. Pero me gustaría centrar el asunto en sus dos claras perspectivas. La primera, es la importancia de atender las necesidades del puerto de El Musel. Se trata de una infraestructura capital para el impulso de la economía local, autonómica y de nuestras comunidades limítrofes; por esta razón, la mejora de los accesos debe resolverse bajo premisas de eficiencia que den respuesta a las necesidades logísticas, tanto las más cercanas, como la llamada "primera/última milla" y que va desde el puerto hasta la Zalia, como las más alejadas.

Y la segunda, incluso más importante, debemos recordar que en ese espacio se asienta una parte importante de la población de nuestra ciudad, y que las administraciones públicas tienen que preservar su calidad de vida, haciendo compatible el desarrollo económico –fundamental para la generación de bienestar—con el respeto al medio ambiente.

Todo ello nos lleva, desde la Cámara, a volcar nuestro apoyo a la Corporación municipal de Gijón, en su exigencia a una solución al vial de Jove que sea rápida y adecuada a las necesidades de la ciudad; y todos tenemos claro que no es otra que el soterramiento. No hay duda de que esta vez, todos coincidimos en lo que queremos. Una obra que dé respuesta a las necesidades de la zona oeste de Gijón y del puerto de El Musel. Un proyecto, soterrado, que los ingenieros saben que es posible técnicamente y al que solo le falta la voluntad política. Es el momento de demostrarla.

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