La gaitas ovetenses conquistan la costa de Francia

Oviedo se ha convertido en un referente cultural para Francia. Los habitantes de la costa y las más de 300.000 personas que confluyen en el festival marítimo de Sète ya ubican el territorio asturiano y sus costumbres dentro del mapa gracias a la banda de gaitas Xácara. La formación ovetense ha tenido el honor de convertirse en uno de los grupos que amenizan la llegada de diferentes navíos y carabelas, durante Semana Santa, a esta villa situada a escasa distancia de Montpellier. "Es impresionante, se trata de una fiesta multitudinaria y a la vez muy familiar", ilustra el director de la agrupación, Álvaro Álvarez.

Esta popular parada en la región, denominada "Escale à Sète", acoge de forma bienal la celebración desde su primera edición en el año 2010. Es una conmemoración a la tradición náutica y pesquera que durante siglos ha atracado sus barcos en aguas galas. "Un puerto situado en Mediterráneo y abierto al mundo", tal y como describen los organizadores del evento a este espacio erigido en tiempos de Luis XIV. Por eso, recibe tripulantes de diversos orígenes y al más puro estilo "Piratas del Caribe". "Es espectacular ver los barcos, sus dimensiones, los marineros...", cuenta Álvarez.

El desembarco y posterior festival es escoltado por músicos que hacen las veces de embajadores de sus regiones y no cesan un minuto de empapar el ambiente con diversos registros culturales. "Madrugamos mucho, desde las ocho de la mañana ya estamos tocando. Así hasta las seis de la tarde", explican desde Xácara, que recibieron la primera invitación en 2019 pero se vieron obligados a cancelar debido a la posterior pandemia. La agrupación de gaiteros data del año 1999 y actualmente cuenta con 18 integrantes entre sus filas, que en la actualidad de enorgullecen de convertirse en el referente astur de estas jornadas.

"La gente ve este instrumento y de forma automática lo asocia con Galicia. Nosotros queremos reivindicar esta tradición musical, que también es nuestra", asegura el director. Son, dice, muchos años de trabajo que por fin encuentran recompensa en todos aquellos viandantes que se acercan a preguntar por "la tierrina": "La gente se interesa mucho". En más de una ocasión han sido parados durante el pasacalles por algún curioso con ganas de saber más sobre la banda: "Nos encanta este formato porque da la oportunidad de interactuar de manera constante con el público y resolver sus inquietudes".

Como apoyo, cuentan con bailarines regionales de Mieres, que aportan la guinda a este homenaje folclórico. Por ahora, la actividad que llevan los gaiteros no ha sido cosa menor: han recorrido todo el festival, desfilando por las calles y subidos al escenario. Incluso tuvieron la oportunidad de subir a una carabela que representaba España desde Cádiz para tocar varias piezas en cubierta, "una experiencia inolvidable". Y así continuaran hasta el lunes 18 de mayo, conquistando a ritmo de cornamusas.

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