Proyectan una clínica de desintoxicación "de alto standing" en un hotel de la zona rural de Oviedo

La propietaria del inmueble, localizado en Abuli, está a la espera de la autorización de Salud para abrir en otoño un centro con capacidad para 30 usuarios

Aspecto actual del edificio de Abuli que acogerá la nueva clínica privada de desintoxicación. |

Aspecto actual del edificio de Abuli que acogerá la nueva clínica privada de desintoxicación. | / LNE

Combatir todo tipo de adicciones con una atención de 24 horas al día, a todo confort en un moderno alojamiento situado en la zona rural de Oviedo será una realidad a partir del otoño. La emprendedora Estela Huerta, propietaria del antiguo hotel Monterrey de Abuli, que actualmente funciona como vivienda vacacional, acaba de solicitar a la consejería de Salud la autorización sanitaria para abrir una clínica privada de desintoxicación "de alto standing" pionera en el norte de España con la intención de iniciar su actividad en los próximos meses. El equipamiento podría acoger a un máximo de treinta usuarios que pagarían hasta 6.000 euros al mes por unos tratamientos especiales dirigidos por un equipo de diez médicos y terapeutas.

Huerta ha encargado la puesta en marcha del proyecto a su hombre de confianza, el economista Antonio Muñoz-Calero, el cual confirmó a LA NUEVA ESPAÑA los planes de la empresaria. "Hemos entregado toda la documentación a las autoridades sanitarias y esperamos en un par de meses recibir el visto bueno para comenzar a trabajar", indicó el promotor de un proyecto que, según desveló, contará con el psiquiatra Eduardo Carreño como director médico y la terapeuta cántabra Marta Blanco como punta de lanza para tratar de atraer pacientes de todo el país. "Este tipo de servicios suelen ser requeridos por personas que prefieren abandonar su entorno y ser tratado con discreción e intimidad", explica.

La clínica, que sus impulsores definen como "comunidad terapéutica" y llevará el nombre de Nexus, ofrecerá dos tipos de servicios: diez plazas para internos que se alojarán en seis habitaciones individuales y dos dobles y un servicio de centro de día que estará abierto de nueve de la mañana a ocho de la tarde para tratar las adicciones de los clientes. El primero de los servicios, con tratamientos de entre tres y cuatro meses, tendrá un coste orientativo de 6.000 euros al mes, mientras que los usuarios diurnos abonarían un precio de unos 2.000 euros cada 30 días.

Una de las habitaciones que se dedicará al ingreso de pacientes. | LNE

Una de las habitaciones que se dedicará al ingreso de pacientes. | LNE / Lucas Blanco

Esta apuesta empresarial apenas precisará de inversión. El inmueble, de 900 metros cuadrados, fue construido a principios de los años 2000 como geriátrico; ocho años después la dueña decidió transformarlo en hotel y en los últimos periodos estivales se ha convertido en vivienda vacacional de inquilinos pudientes. "Tenemos el 90% de la infraestructura necesaria disponible y tan solo prevemos habilitar un gimnasio y una sala de reuniones", adelanta Muñoz-Calero en relación a los planes para el edificio situado a escaso medio kilómetro del restaurante De Labra.

El proyecto llega después de unos meses de estudios y reflexión por parte de los responsables del equipamiento. "Analizamos el mercado y nos dimos cuenta que ni en Asturias ni el resto del norte de España existía un equipamiento así, que cada vez está más demandado porque las adicciones son un problema social de primer orden", justifica en relación de una apuesta en la que el lujo se presenta como gran diferenciador de otros centros privados dedicados a estas mismas patologías. "Apostamos por un servicio de alto standing, con todas las comodidades para el paciente", subraya el empresario.

El equipo capitaneado por Eduardo Carreño se encargará de ofrecer tratamientos para todo tipo de adicciones. En el catálogo de terapias se incluirá "desde la dependencia al alcohol o drogas como la cocaína hasta otras tipologías como la adicción al sexo o al uso de las pantallas y nuevas tecnologías "cada vez más al alza". Según adelantan, se trata de ofrecer en un tratamiento conjunto de adicciones y aspectos psicológicos que en muchos casos pueden ser la principal causa de dicha dependencia. "Se trata de acompañar al paciente en tres fases indispensables: la desintoxicación, deshabituación, la rehabilitación y la reinserción social", declara el economista.

Al servicio de internamiento y el centro de día se sumará un área de consultas externas dirigido tanto a adictos como a personas que precisen atención psicológica. El proceso para la puesta en marcha de la clínica está siendo pilotado por una sociedad gestora de nueva creación, a nombre de la cual se ha presentado toda la documentación exigida por Salud para la obtención de la autorización sanitaria.

De momento, los responsables de la futura clínica están empezando los preparativos para captar a sus primeros clientes. A pesar de ubicarse en Oviedo, consideran que el grueso de los pacientes podría llegar desde fuera de Asturias. "Existe una demanda en todo el país que solo puede ser atendida en centros de Madrid o Barcelona y creemos que podrían hallar en la capital asturiana un lugar más apacible para su tratamiento", consideran los inversores.

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