Los alumnos del Baudilio Arce de Oviedo, ingenieros en el metaverso

El colegio, en colaboración con ASATA y la Universidad de Oviedo, experimenta con talleres innovadores para despertar las vocaciones de los escolares

Pablo García, animador sociocultural, junto a Noa Sáenz, alumna participante del proyecto

Pablo García, animador sociocultural, junto a Noa Sáenz, alumna participante del proyecto / Irma Collín

Lorena Landázuri

"De mayor me gustaría ser profe de primaria o diseñadora de avatares". Así se imagina Noa Sáenz, alumna de sexto de primaria del colegio Baudilio Arce, el futuro, todo a través de las gafas de realidad virtual que le permiten por unos minutos, tener una réplica propia en el metaverso. Este concepto junto con el de sostenibilidad o economía circular son ya más que familiares para los menores de 11 años del centro, quienes desde octubre llevan desarrollando mediante talleres y dinámicas de grupo, novedosos proyectos con el fin de descubrir su vocación.

"Los niños están encantados. Esperan las sesiones con mucha ilusión", cuenta Mercedes Rodríguez, directora del centro, el único colegio público de los cuatro que participan. La iniciativa es posible gracias a ASATA y Alianza Steam por el talento femenino, en colaboración con 15 entidades asturianas, entre ellas la Universidad de Oviedo y con el respaldo del gobierno del Principado. El objetivo de este proyecto pionero pasa por integrar la tecnología, la ingeniería o las matemáticas en el día a día de los escolares, con la participación de padres, alumnos y docentes como piezas clave en la ecuación. "Descubrimos que en España, había un problema en la orientación en todos los niveles. La gente que tiene 40 años y no encuentra trabajo hay que recualificarla, alguien les tiene que orientar y todo pasa por la profesionalización a edades tempranas", indica Covadonga Rodríguez, directora de programas de ASATA.

Los menores como arquitectos de su futuro. Por ello, la dinámica se centra en alumnos de primaria, las edades perfectas para empezar a imaginar el futuro. "Los estereotipos sociales en primaria no están creados, los niños van a aprender y a pasarlo bien al colegio. No tienen el estrés del bachillerato, de sacar buenas notas. Por eso nos centramos en esa etapa. Sin embargo, el objetivo no es que los niños salgan sabiendo si quieren ser médicos o fontaneros, sino animarles a que sigan estudiando e investigando para que sean capaces de construir su futuro", subraya Rodríguez.

Para que los menores adquieran esta autonomía, el trabajo conjunto del mundo educativo y el profesional es clave, y a este respecto tienen mucho que decir los estudiantes de la Universidad de Oviedo, algunos como futuros docentes, que participan de las dinámicas elaboradas en los centros. "Somos unos 17 alumnos de la Universidad y nuestra función es acompañar y observar las actividades organizadas en los centros, en una primera fase y después, contribuyendo a que se realice la labor de enseñanza y aprendizaje", apunta Tatiana Suárez, doctora en Química y estudiante del master de profesorado de secundaria y Formación Profesional.

Innovación y educación de la mano para construir un futuro en el que la tecnología y la vocación sean predominantes. "Es la tercera edición del proyecto y nace con la idea de proporcionar las nuevas tecnologías a las cooperativas de educación asociadas con nosotros, todo con el objetivo de fomentar las vocaciones de los alumnos en las disciplinas STEAM", añade Ruperto Iglesias, presidente de ASATA. Para ello, se trabaja en tres dimensiones. Una primera en la que despertar vocaciones de índole tecnológica, la segunda está encaminada a eliminar las posibles brechas sociales y de género en el mundo tecnológico y el tercer punto pasa por crear competencias en materia de emprendimiento colectivo en edades tempranas. "Los niños son como esponjas, lo absorben prácticamente todo por lo que conviene ir dándole una serie de elementos y pautas para que, emprender en un futuro no sea algo extraño", indica Iglesias.

El metaverso fue la actividad principal del último taller celebrado en el Baudilio Arce, una dinámica realizada de la mano de Luis Delgado, director de "Liquid games", un estudio centrado en el desarrollo de videojuegos con sede en Gijón. "Llevamos unidos al proyecto desde hace dos años y vimos que el recurso del metaverso y los videojuegos podían funcionar de manera adicional en lo que es la formación de los más jóvenes".

Desde el centro confían en seguir siendo parte de un proyecto ilusionante para los alumnos. "Es algo innovador que les lleva a preguntarse cosas, hacerse preguntas, no salen de los talleres sabiendo qué quieren ser de mayor pero sí con la idea de explorar su vocación y ver en qué son buenos", destaca Mercedes Rodríguez.

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