Los Magos se quitan años en La Corredoria

La Asociación Libre de Mujeres del barrio anima a las nuevas generaciones a participar en la organización de la cabalgata tras 30 años al frente

L. Landázuri

Un café entre amigas y un sueño común dio lugar hace tres décadas a la cabalgata que, cada año, llena las calles del barrio ovetense de La Corredoria de magia e ilusión. El mismo sentimiento con el que arrancó el proyecto y que aún hoy perdura. "Solo por ver la emoción en las caras de los niños ya merece la pena todo el esfuerzo", asegura Teresa Ruiz, miembro de la Asociación Libre de Mujeres y líder de la iniciativa.

El centro social El Cortijo esconde trajes confeccionados con todo lujo de detalle, un cofre en el que se conservan los collares que visten sus majestades o una icónica capa de terciopelo rojo que se mantiene en perfecto estado desde los inicios. Todo obra de hasta 10 personas que se esmeraron en coser túnicas, gorros y demás accesorios imprescindibles para hacer de la noche del 5 de enero un momento para el recuerdo. "Una de nosotras cortaba las telas, otras cosían... hacíamos lo que podíamos con las tres máquinas de coser que teníamos", indica Ana Pilar Álvarez, una de las mujeres que desde el principio, se implicó en la aventura. Una aventura que ahora ve peligrar su continuidad. "Lo que antes era un grupo de 20 o 30 personas, acabó quedando en seis", lamenta Ruiz. Fue precisamente el marcado carácter asociativo de los vecinos lo que puso en marcha una cabalgata que, 30 años después, busca ceder el testigo. "Queremos que la gente joven se anime a participar. Sería una pena que se perdiera", añade Álvarez.

Con el fin de motivar a los vecinos a conservar la tradición, la asociación se ha dedicado a colocar carteles por el barrio para reclutar posibles sucesores, un trabajo que, acompañado de una concienzuda difusión por redes sociales, está dando sus frutos. "A la primera reunión que celebramos acudimos las de siempre pero, a la segunda, decidimos convocar a la gente a través de Facebook y acabamos alucinadas. Vinieron 30 personas", exclama Ruiz eufórica. Decenas de interesados y un grupo de Whatsapp creado ex profeso para organizar el evento demuestran que el proceso sucesorio va por buen camino.

Año tras año, la cabalgata sale adelante gracias a los donativos de los comercios de la zona, una implicación imprescindible para mantener el proyecto. "Cada uno hace sus aportaciones porque es el desfile de todos", recalca Ruiz.

Una cabalgata que espera seguir creciendo y que este año, aguarda con ganas recorrer las calles de La Corredoria tras la interrupción de la pandemia. "La ilusión no la perdemos. Siempre decimos que este año nos retiramos pero es imposible dejarlo", confiesa Álvarez.

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