Oviedo congela por sexto año el impuesto de la "viñeta", más caro que en Madrid

La tasa, con la que se recaudarán unos diez millones, es ya el segundo ingreso fiscal del Ayuntamiento tras el desplome de la plusvalía

José Luis Salinas

José Luis Salinas

Oviedo congelará el impuesto sobre los vehículos de tracción mecánica –el popularmente conocido como la "viñeta"– por sexto año consecutivo. Aunque esta tasa –cuyos recibos están llegando ya a los hogares– permanezca con el freno de mano echado desde hace bastante tiempo, los contribuyentes ovetenses pagan más por este impuesto que los que viven en Madrid o Zaragoza, que han aplicado agresivos descuentos fiscales. Como curiosidad, el de la "viñeta" es ya el segundo ingreso fiscal que tiene el Ayuntamiento de Oviedo –similar situación se da en el resto de consistorios– que este año prevé recaudar diez millones de euros, solo por detrás del inamovible Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI) y ya muy por delante de la "plusvalía" que se ha derrumbado fruto de los cambios en la fórmula de cálculo tras la Sentencia del Tribunal Supremo que lo declaraba como nulo.

Tanto es así que el concejal de Economía del consistorio ovetense, Javier Cuesta, asegura que el año pasado la recaudación por la plusvalía fue negativa, debido a la oleada de demandas judiciales que había provocado aquella sentencia que obligó a darle un buen repaso a la fórmula de calcular esta tasa. El problema estaba en que el impuesto gravaba la transmisión de una vivienda (por venta, herencia o donación) y su filosofía era la de penalizar el incremento del valor experimentado. Pero, tras la crisis inmobiliaria de 2008, sucedía con bastante frecuencia que la venta no generaba una ganancia económica para el vendedor, lo que desató la queja de los consumidores y el caso acabó judicializándose. Gráficamente, Cuesta explica que por norma general gracias a este impuesto se recaudaban unos once millones al año, mientras que el ejercicio pasado fue negativo y el Ayuntamiento tuvo que devolver dinero a aquellos que habían demandado. Y para este año, con la tormenta judicial algo más tranquila, lo que tiene presupuestado el consistorio es recaudar dos millones y medio.

Volviendo a la "viñeta", Cuesta asegura que la política fiscal del equipo de Gobierno local en esta materia concreta ha sido la de congelar esta tasa desde que llegó. Aunque el concejal asegura que no es un impuesto que puedan manejar a su antojo. Se trata de una tasa, asegura, que "está regulada por una legislación estatal" y en el que los consistorios solo tienen cierto margen de maniobra a la hora de tocarlo mediante bonificaciones. Aunque reconoce que habrá que ir dándole una vuelta al tiempo que los eléctricos y los híbridos van ganando terreno en las carreteras. La mayoría de estos vehículos, con el fin de promover su venta, tienen amplias bonificaciones en el pago de esta tasa durante sus primeros años de vida. Aun con ese pequeño margen, hay ayuntamientos como el de Madrid que están aplicando agresivas rebajas fiscales. Por ir haciendo números: en Oviedo, el propietario de un vehículo de entre 12 y 16 caballos de cilindrada –uno de gama media, más o menos– paga por el impuesto 141 euros, que son 12 más de los que se abonan en Madrid, pero dos menos de los que costaría en Santander. De hecho, Cuesta asegura que "tenemos estudios realizados con lo que ocurre con esta tasa en el resto de ciudades del norte y, salvo, en el País Vasco estamos en la media". De entre las grandes ciudades asturianas (Oviedo, Gijón y Avilés) la capital asturiana es la que tiene la tasa más elevada.

Aunque hay poco margen para actuar, hace unos meses que la asociación Automovilistas Europeas publicó un estudio en el que advertía de la existencia de algunos paraísos fiscales de la "viñeta" en España. Por lo general, se trata de pueblos cercanos a Madrid en los que el impuesto es mínimo y que buscan atraer a las grandes flotas de turismos de las empresas de alquiler.

En Oviedo, debido al inmovilismo de la tasa durante los últimos años, su recaudación ha permanecido muy estable, sobre los diez millones de euros. La filosofía de este impuesto, además, es el de compensar a los Ayuntamientos por el tráfico rodado que se genera en su municipio, lo que ha generado las críticas de algunas asociaciones de consumidores que lo consideran injusto.

La última vez que Oviedo le metió mano a la "viñeta" fue en 2017 –durante el gobierno del PSOE, Podemos e IU– para rebajarlo. Le metieron un tajo de entre el 8% y el 1,5%. Aunque lo elevó para los vehículos considerados de gama alta. Desde entonces, nada. Ni para arriba ni para abajo. La carga fiscal alcanzó sus mayores niveles durante los anteriores gobiernos del PP, los presididos por Gabino de Lorenzo. Más en concreto, la "viñeta" subió el 57% entre 2000 y 2012, año en el que alcanzó su techo.

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