El Bellas Artes negocia la cesión del apostolado de Antonio Suárez, rescatado del viejo HUCA

El año Antonio Suárez, cuando se cumple el centenario de su nacimiento y los diez de su muerte, finaliza con el anuncio de la recuperación de otra obra del artista gijonés. La Tesorería de la Seguridad Social confirmó esta semana que ya ha culminado los trabajos para retirar los dos mosaicos con el apostolado que Suárez concibió en para la capilla del Hospital General y que permanecían aún en la capilla de Covadonga del viejo HUCA, su última ubicación. La Tesorería los ha almacenado y, al tiempo, el Museo de Bellas Artes ha mostrado su interés en custodiar la obra.

El director de la pinacoteca asturiana, Alfonso Palacio, confirmó que pudo realizar una visita a la capilla para comprobar el estado en el que se encontraban las dos piezas y que una vez que se han podido extraer se han citado con la Tesorería de la Seguridad Social en enero para estudiar la fórmula que permita una cesión de la obra a sus fondos.

El Bellas Artes custodia ya los diseños realizados por Suárez para la capilla del Hospital General de Asturias –seis dibujos– y también un «Vía crucis» realizado con la técnica del pirograbado. Estos bocetos, que incluyen precisamente los primeros bosquejos del apostolado, se exponen de hecho estos días en las salas 10 y 11 de la Casa de Oviedo-Portal junto al resto de obras que conserva el Museo adscritas a la faceta gráfica del artista. La muestra complementa la exposición «Antonio Suárez. La lírica del informalismo» que el Bellas Artes acoge también hasta e l 28 de enero.

Cuando el museo y la Tesorería de la Seguridad Social cierren su acuerdo y el apostolado esté junto al «Vía crucis», la obra de Suárez se encontrará un poco más cerca de sus orígenes, ya que toda la capilla del Hospital General fue concebida por el artista de forma conjunta para ese espacio concreto. Suárez diseñó los mosaicos, las vidrieras, el «Vía crucis», la mesa del altar, el sagrario, una talla...

Todo ese carácter unitario de la obra se perdió pasadas dos décadas de la inauguración del centro, cuando, en 1985, se decide trasladar la capilla a la primera planta por una serie de remodelaciones del servicio de oncología.

Traslados

En ese momento se desmontaron las vidrieras, las mismas que se volvieron a instalar en el nuevo HUCA en 2016 después una restauración. El resto de elementos se volvió a instalar pero ya con un carácter distinto al que el fundador del grupo El Paso le había dado en su primera versión, ideada como una intervención para un espacio concreto.

En 1998 se cambió de nuevo la ubicación de la capilla y en su último periplo las dos piezas del mosaico con el apostolado de Antonio Suárez habían quedado instaladas en la capilla de la Residencia. Es en ese espacio, que ha sufrido de forma señalada el vandalismo que afecta a todo el viejo HUCA, de donde han sido ya retirados los mosaicos. Esta extracción se ha realizado al mismo tiempo que se recuperaba la talla de la Virgen de Covadonga que, en este caso, la Tesorería de la Seguridad Social ya ha donado al Arzobispado, que la instalará en la capilla de la Atalaya, en Figueras.

A falta de que el Bellas Artes y la Tesorería cierren el destino del apostolado, las dos piezas se han puesto, de momento, a salvo. Formalmente, son dos teselas cerámicas sobre cemento de 3,30 y 1,76 metros. Cada uno de los murales representa a seis apóstoles, en posición frontal, con un tratamiento de la figura que puede recordar al arte bizantino y paleocristiano y donde destaca el uso del contraste cromático en el tratamiento de los pliegues de las túnicas.

Suscríbete para seguir leyendo