El recambio de válvulas del corazón llega a nonagenarios: "La mejoría es espectacular"

El HUCA prevé alcanzar este año las 300 sustituciones del dispositivo aórtico mediante dos incisiones en la ingle y sin recurrir a cirugía abierta

Ponentes y participantes en la reunión médica. De izquierda a derecha, Ignacio Cruz, César Morís, Manuel Pan, Luis Nombela, Alberto Alperi, José Paredes y Jorge Chávez, ayer, en la Sala de Cristal del Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo.

Ponentes y participantes en la reunión médica. De izquierda a derecha, Ignacio Cruz, César Morís, Manuel Pan, Luis Nombela, Alberto Alperi, José Paredes y Jorge Chávez, ayer, en la Sala de Cristal del Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo. / Irma Collín

Pablo Álvarez

Pablo Álvarez

Los recambios de válvulas del corazón han llegado en Asturias a pacientes de edades impensables tiempo atrás, incluso de más de 90 años. Eso sí, no con intervenciones a corazón abierto, sino mediante dos pequeñas incisiones en la ingle. "Hablamos de personas muy sintomáticas, con mucha fatiga incluso por caminar, y que ingresan de forma repetida. Probablemente no les alargas mucho la vida, pero les arreglas la válvula y la mejoría clínica es realmente espectacular", destacó César Morís, director del Área del Corazón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y catedrático de Cardiología de la Universidad de Oviedo.

El doctor Morís dirige en Oviedo la reunión científica titulada "Hacia el tratamiento combinado polivalvular", que congrega hasta hoy a un centenar de profesionales especializados en un área de la cardiología que experimenta un auge imparable y en la que el catedrático asturiano es una autoridad internacional. Con el Palacio de Congresos Ciudad de Oviedo como escenario, las sesiones se basan en operaciones realizadas en directo en las salas de hemodinámica del HUCA.

"En los últimos 15 años hemos pasado de un tratamiento casi exclusivamente quirúrgico, a corazón abierto, a un tratamiento percutáneo, que no requiere cirugía, sino que se hace mediante un catéter", destacaron los expertos. "A las dos horas, el paciente ya está sentado en la habitación", precisaron. Este ámbito de la medicina "está avanzando a una velocidad tremenda y el crecimiento ha sido espectacular", indicó el doctor Morís.

Los participantes siguen un procedimiento de implante valvular que se  realiza en directo en una sala de hemodinámica del HUCA. | Irma Collín

Los participantes siguen un procedimiento de implante valvular que se realiza en directo en una sala de hemodinámica del HUCA. | Irma Collín / Pablo Álvarez

La técnica que atraviesa una mayor expansión es el recambio de válvula aórtica percutánea, debido a que su deterioro está asociado a la edad. En el HUCA se practicaron el año pasado 250 procedimientos y los especialistas del centro sanitario ovetense prevén alcanzar este año los 300 implantes. "Esta cifra ya es superior a las que se hacen por cirugía. Y sólo hablamos de la válvula aórtica, pero hay más tipos de válvulas", señaló el doctor Morís. En las sustituciones de estas válvulas, los pacientes más numerosos se sitúan en la franja de 75 años en adelante. "Hacemos muchos recambios en pacientes de 80 años y más", indicó el médico asturiano.

En un inicio, el abordaje por la ingle se aplicaba a pacientes que no podían afrontar una cirugía a corazón abierto. Pero, con el paso del tiempo, las técnicas se han perfeccionado y se han hecho más seguras. "Hoy, prácticamente cualquier válvula puede ser tratada por los dos procedimientos. Ya no es una excepción, es una rutina", aseveró César Morís.

Con el paso del tiempo, se está generando una nueva estrategia de acción. Las válvulas que se implantan mediante catéter se colocan sobre las originales, que no se quitan, sino que permanecen en su sitio. El problema surge cuando la nueva válvula se deteriora, y no es posible seguir acumulando dispositivos en un mismo corazón. Para sortear este problema, en pacientes más jóvenes se está empezando a optar por cirugía abierta, en la que la válvula vieja se quita y se coloca la nueva. Cuando, pasados los años, esa nueva válvula se deteriora, sí es factible implantar otra por vía percutánea, sin retirar la antigua, que da servicio al paciente para los años de vida que le restan. "Es una discusión muy interesante", indicó Morís.

Según Manuel Pan, catedrático de Cardiología de la Universidad de Córdoba y jefe de servicio del Hospital Reina Sofía, "las intervenciones para resolver enfermedades coronarias [infartos y anginas de pecho, principalmente] están disminuyendo en la mayoría de los hospitales, porque hay otros tratamientos cada vez más eficaces para ellas, y en paralelo está aumentando la patología valvular". Entre tanto, la aplicación de inteligencia artificial "va ganando terreno a gran ritmo, pero sobre todo en el campo del diagnóstico", señaló el doctor Pan.

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