La España de Manolete

José Antonio Noval Cueto

José Antonio Noval Cueto

Los que hemos nacido después de la muerte de Manolete, un jueves 28 de agosto de 1947 en Linares a manos de ‘Islero’, el toro más famoso de la tauromaquia, hemos vivido bajo la sombra y tutela de un mito que en época de escasez y estraperlo se reencarnaba para recordarnos la importancia mística de su toreo y su modo de lidiar estático, rígido, vertical, con ‘su verticalidad de ciprés’ como dice Zabala de la Serna, ante la torva e impactante mirada del toro… Historia que siempre va con nosotros y que cobra actualidad, aunque sea de manera indirecta,  ahora que el hijo del médico de Luis Miguel Dominguín, Ramón Tamames – su padre de nombre Manuel vivió aquellos momentos de incertidumbre , vida y muerte en que se debatía el soberbio y divino Manolete, en el Hospital de Linares- va a tomar la alternativa en el Congreso de los Diputados, se desconoce la fecha, para exponer su queja lastimera por la situación que vivimos y su proyecto de España unida, con honra y transparente . Manolete tenía treinta años y toda España, taurinos y no taurinos, lloró su muerte y lo sigue llorando. Recientemente el XXXVIII Premio Jaén de novela recayó en la obra titulada “La larga noche”, del escritor Joaquín Pérez Azaústre, que recrea esos hechos.

Hoy ,en esta España amordazada, apática y pragmática, el hijo del médico Manuel, Ramón, a sus  89 años, aún le quedan arrestos juveniles para mostrar su discrepancia con la sociedad del momento y desdeñar un mundo posible, mejor, que acoja a nuestros nietos y demás jóvenes. A pesar de sus muchos años o quizás posiblemente por eso, porque no busca ni espera nada, deja que su conciencia se convierta en palabra y acuse, denuncie y avise del preocupante momento que vivimos, en el que ni  la verdad y la ley sirven de dique, en el que proliferan los silencios medidos e interesados de muchos (intelectuales, periodistas, sindicatos…). Buena prueba de ello la hemos tenido estos días con el tambor redoblando y la coherencia ausente.

 Lejos de mi querer apartar, aislar a los mayores de sus compromisos personales, éticos y sociales, pero sorprende, que con la que está cayendo, y después de los abusos y ataques que ha sufrido el Estado de Derecho, después las muchas penurias y escasos horizontes que se vislumbran, tenga que ser un mayor de los mayores quien toque a arrebato y nos diga que las cosas no se están haciendo bien, que sólo importa el poder,  que  los oprimidos y menesterosos ni están ni se les espera. Ahora que tanto se habla de topar los precios, sorprende que aún se tenga que pagar el 21% de IVA por cada factura de teléfono, y más ahora que el teletrabajo ha venido para quedarse.

Para soportar la mediocre realidad humana que nos envuelve acude uno a sus recuerdos de infancia, como aquel que me decía que en Lieres, a seis kilómetros de Pola, vivía un vecino que había trabajado en el circo de Búfalo Bill, algo que vuelve a ser noticia ahora,  ya que Sergi Doria ,en un documentado artículo en ABC, nos confirma que William Frederick Cody, ‘Búfalo Bill’, a sugerencia de Emilia Pardo Bazán, recaló en Barcelona un 18 de diciembre de 1889, después de haber estado en París en la Exposición Universal de París e inauguración de la Torre Eiffel, y  parece ser  no con mucho éxito, ya que los barceloneses preferían las corridas de Lagartijo que el  circo del Salvaje Oeste. He indagado en la actualidad y me confirman que el lierense colaborador de Búfalo Bill, era  o vivió en  la Pez.

Ante las noticias preocupantes de estos días que cuentan que Ferrovial traslada su sede a Holanda y que Zara , de manera casi inesperada, cierra su tienda en Avilés, recuerdo que mi amigo Faustino soñaba con torear en la Monumental de Méjico y que su toro fuera indultado – se dice que la Monumental de Méjico se construyó para canalizar el éxito de Manolete - , y que mi amigo José Manuel Prendes comenzó su aventura americana trabajando en el Hotel Plaza de Nueva York y la concluyó al avivarse la guerra de Vietnam y temer ser alistado.

Nuevamente la España de Manolete, la de aquella noche lúgubre de un 28 de agosto, se presenta ante nosotros. Tenemos que optar, que escoger con rigor, con serenidad, entre: gestión o tensión, entre cordura o locura, entre progreso o regreso. La responsabilidad es sólo nuestra. Estar atentos, optar por el menos malo.

Hace ya muchos años que este humilde plumilla denuncia, con cierta frecuencia, que uno de los mayores problemas que tenemos en España es que la ley electoral no sirve, bloquea, tensiona y divide a las españoles, en españoles de primera y españoles de segunda, algo que ni la Constitución permite. ¿Por qué no se soluciona el problema? ...Manolete, Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, sigue ocupando un lugar importante en nuestra historia reciente y hoy me ha sido útil para expresaros mis preocupaciones. Cuentan los taurinos que sus mejores armas eran la mano izquierda y la espada. 

En la actualidad la izquierda política está tan diluida que ni en Vallecas la votan. ¿Por qué?

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