El Paragües

Padres

Vicente A. Montes Álvarez

Vicente A. Montes Álvarez

Diecinueve de marzo de padres, fotografía de felicitación con impresión al lado de imagen de San José con vara florida y de un muchas felicidades. Sonrisa de hijo sin incisivos recientemente perdidos y con jersey de diario porque el fotógrafo llegaba a la escuela sin avisar. Ahora, desde distintos ámbitos se pretende que desaparezca lo de día del padre. Se fundamenta en que la diversidad de familias hace que existan personas con dos padres, con dos madres, sin padre... y, claro, como parece que estemos en una sociedad androcéntrica, patriarcal y machista, pues eso no puede ser. Es innegable que para llegar a la igualdad son necesarios avances en derechos de la mujer, pero no se debe avanzar en la línea empujando atrás a quien está delante. El ideal está en colocarse en fila, hombro con hombro.

Alguien me presentaba lo que llamaba la paradoja de la libertad. Argumentaba que la legislación reconoce el derecho que la mujer embarazada tiene para decidir sobre su maternidad y que nadie puede ni debe interferir en su libre decisión. Pues bien, en estricta igualdad debiera reconocerse el derecho a decidir ser padre o no si la embarazada decide ser madre. La opción de ella implica responsabilidades en el varón, que puede no sentirse por múltiples razones capaz de ser padre debiendo decidir libremente sobre ello. Su acto libre, en lógica estricta, no puede conllevar coerción alguna. Y concluía diciendo que entendía muy bien que San José fuese el patrono. Libremente decidió ser padre. Es un caso único. Pudo también decidir no serlo.

¡Cómo echo de menos las caricias de manos con callosidades, el balanceo haciendo caballitos sobre fuertes rodillas y el abrazo de brazos recios de seguridad y protección!

¡Felicidades, padres!

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