Asturias exporta talentos

Silvia Álvarez pide "mejorar la sanidad y los servicios públicos afectados por la crisis"

"Todos nuestros conocidos que han viajado a Asturias han vuelto maravillados de los paisajes, la comida y la amabilidad de sus gentes"

Silvia Álvarez Blanco, en el campus de la UPV.

Silvia Álvarez Blanco, en el campus de la UPV.

Tino Pertierra

Tino Pertierra

"Lo que más me pone la piel de gallina cuando no estoy en Asturias es escuchar una gaita. No puedo evitar emocionarme cada vez que la escucho".

Allí, en Valencia, la praviana Silvia Álvarez Blanco, catedrática de Ingeniería Química, echa de menos incluso la lluvia. "Pero sobre todo echo de menos a los asturianos y su carácter. También el verde y los paisajes, pero especialmente a la familia y a los amigos de siempre, como supongo les pasa a todos los que están fuera. Afortunadamente no estoy tan lejos y puedo ir bastante a menudo a recargar pilas con mi marido, Gustavo, que, siendo también asturiano, se apunta enseguida a cualquier escapada a la tierrina. De todos modos, también tengo que decir que en la Universidad mis compañeros y compañeras se han esforzado desde el principio para que me encontrase como en casa".

La Asturias de su infancia era "más rural de lo que es hoy en día. También era muy solidaria y los vecinos se ayudaban mucho entre ellos. Crecí con mis padres, mi hermano y mis abuelos en Peñaullán, en el concejo de Pravia. Fuimos a una escuela rural en la que varios cursos compartíamos aula y profesor, lo que creo que nos enriqueció a todos. Cuando era pequeña, los niños y niñas que había en el pueblo pasábamos horas fuera casa, jugando juntos, andando en bicicleta o subiendo al monte. Ahora hay tan pocos niños y niñas que la escuela hace ya bastantes años que cerró, lo que me da mucha pena, como también me da mucha pena la despoblación rural. También recuerdo las vacas, cerdos, gallinas y conejos que había en muchas casas, las huertas que casi todos teníamos o las épocas de ir a sacar patatas, recoger fabas o a la yerba, en las que los vecinos se ayudaban unos a otros. Tengo muchos recuerdos que me vienen a la memoria, no puedo hablar de solo uno, como los amagüestos en otoño, con castañas y sidra dulce, que además hacía mi abuelo en el llagar de casa diseñado por mi padre; el Carnaval, en el que recorríamos todo el pueblo disfrazados y comíamos bollinas; las empanadas y el rollo de bonito que hacían mis abuelas –ya no volveré a comer nada igual–, las truchas y anguilas que pescaba mi otro abuelo o los frixuelos que hacía mi madre cuando llovía el fin de semana".

Su primer viaje como estudiante fuera de España "fue justo después de terminar la carrera, cuando fui a Guildford, en Inglaterra, para hacer la tesis de licenciatura con una beca "Erasmus". Lo que más me impresionó fue la cantidad de estudiantes extranjeros que había. Conocí a gente de muchas nacionalidades diferentes y de todos los continentes. Por ejemplo, compartí apartamento con compañeras de Malasia, Sri Lanka y Santa Lucía, una pequeña isla del Caribe británico. Ese fue el primer año de las becas ‘Erasmus’, por lo que en la Universidad de Oviedo no había coincidido con ningún estudiante extranjero. Estas becas han sido una iniciativa excelente y una muy buena oportunidad para los estudiantes. Otro viaje que también me marcó mucho fueron los dos años que pasé en Estados Unidos en la Universidad de Wisconsin-Madison. Tengo muy buenos recuerdos de esa estancia, tanto por la gente con la que conviví como por la Universidad y los extraordinarios medios que tenía".

Desde el exterior, Asturias se ve como "una provincia con muchas posibilidades, especialmente por el cambio climático, que está afectando mucho a las regiones más al sur, y se ha notado particularmente este último año. Todos nuestros conocidos que han ido a Asturias han vuelto maravillados de los paisajes, la comida y la amabilidad de los asturianos. Debemos cuidar el medio ambiente y luchar para frenar el calentamiento global para que Asturias no deje de ser el paraíso verde que es".

Los países con mayor grado de desarrollo y bienestar en los que ha estado Silvia Álvarez "son aquellos en los que más se invierte en investigación, no solo desde las administraciones públicas, sino también dentro de las empresas".

Por otro lado, los salarios de los jóvenes que comienzan su etapa profesional "son mucho más elevados y se valora mucho más la formación al más alto nivel. En España, no solo en Asturias, tenemos jóvenes muy bien preparados que, por falta de oportunidades o por salarios demasiado bajos, se ven forzados a marchar al extranjero, donde sí se valora esa formación. En la Universidad tenemos muchos estudiantes interesados en formarse como investigadores a través del doctorado, pero la mayor parte de las empresas no valora esa formación". Por este motivo, explica, "algunos acaban renunciando a hacerlo, y muchos de los que sí lo realizan terminan teniendo que marcharse, de modo que estamos perdiendo a los jóvenes mejor preparados".

Afirma Silvia Álvarez que "no soy quién para dar consejo a los políticos asturianos, pero las prioridades totales deberían ser la educación y la sanidad. Respecto a la educación, cuanto mayor sea la formación de los habitantes de un país, mayor será el grado de desarrollo y de bienestar que se podrá alcanzar".

Y por otro lado, "todos deberíamos tener acceso al más alto nivel de educación en igualdad de condiciones, por lo que garantizar una educación pública de calidad es fundamental. Lo mismo pienso de la sanidad pública. Tras la crisis económica, la sanidad pública, al igual que muchos servicios públicos, se ha deteriorado bastante, con reducción en el número de médicos y enfermeras, aumento de los contratos temporales y aumento de las listas de espera. Se deberían mejorar la sanidad y los servicios públicos que se han visto afectados por la crisis".

Seguimos: "Otra prioridad es frenar el calentamiento global y apostar por energías verdes y sociedades sostenibles".

¿Y qué pasa con los jóvenes? ¿Qué se puede aconsejar a alguien que piense buscar una salida profesional lejos del Principado? Silvia Álvarez le aconseja "que no tenga miedo, que hay muchas oportunidades esperando fuera, que el mundo es muy grande y hay mucho que ver y aprender. Que siempre se puede regresar y aprovechar en Asturias lo aprendido fuera. Y que, esté donde esté, Asturias seguirá estando siempre ahí para nosotros".

Esperando.

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