Tamara Falcó se vuelve a vivir a casa de su madre

Parece que la marquesa de Griñón, Tamara Falcó, se ha vuelto a vivir con su madre. Así lo ha contado ella misma, asegurando también están sus sobrinos en la mansión de Isabel Preysler.

Parece que después de mantener una relación de altibajos, la boda de la hija de Isabel Preysler con Íñigo Onieva ha sido una realidad. Pocos lo creían meses atrás, cuando la pareja se rompió tras hacerse públicas unas fotos en las que se veía a su prometido, Íñigo Onieva, besándose con una mujer que no era Tamara durante la celebración de un festival de música en Estados Unidos. Una ruptura que se hizo a días después de haberse prometido la pareja. Así lo contó la propia Tamara durante una rueda de prensa por la que estiman pudo cobrar casi un millón de euros, aunque se desconoce si en metálico o en especie.

Pasaron los meses, y la pareja volvió a encontrarse de forma pública en un par de ocasiones. Todo hacía presagiar que habría una reconciliación, como así fue. La pareja se fue de viaje romántico al Polo Norte, de lo que dejaron constancia en la revista Hola, que publicó unas fotos muy detalladas sobre la escapada. Desde entonces, la única vez que la pareja ha estado separada fue cuando Íñigo Onieva viajó hasta el otro lado del mundo por cuestiones laborales, mientras que Tamara decidió centrarse en su trabajo.

Después de San Valentín, la pareja volvió a salir públicamente y Tamara no ha dudado en contar algunos de los detalles de su boda que ha ido desgranando hasta casi el último día. Tras la boda, la pareja se ha ido de luna de miel.

Enamorada

Y la pareja sigue igual de enamorada que siempre, porque Tamara no es la única que se ha ido a vivir con su madre, también su marido está en casa de Isabel Preysler. ¿El motivo? Es que así están mucho más cerca del piso que se ha comprado la marquesa y en el que actualmente están llevando a cabo unas reformas. Al estar tan cerca, pueden seguir mejor el avance de los trabajos.