El "Black Friday" es un viernes de claroscuros para el comercio asturiano: la "americanada" que siembra dudas

La pequeñas tiendas, divididas entre el entusiasmo y el rechazo: del "es ya un evento mundial" al "no soporto esta americanada"

Esta información ha sido elaborada por Elena San Emeterio (Oviedo), Sergio García (Gijón), Saúl Fernández (Avilés), David Orihuela (Langreo) y Lucia Rodríguez (Lugones)

Grandes bajadas de precio, códigos de descuento y todo tipo de reclamos publicitarios marcan una campaña de Black Friday que triunfa en internet. La media es de 3,7 millones de envíos diarios, según desveló Francisco Aranda Manzano, presidente de la Organización Empresarial de Logística y Transporte (UNO ). Una campaña masiva a la que también se unieron este viernes negocios locales asturianos que abogan por "descuentos menos agresivos, pero más respetuosos con el comercio".

Así lo explica María Fabra, trabajadora de Calzados Casino, en Oviedo. "Yo creo que es ya un evento mundial. Nosotros, a diferencia de otras tiendas o cadenas internacionales, solo lo mantendremos el viernes 24 y el sábado 25 porque el domingo no abrimos", continúa. Dos días que compiten con las casi dos semanas de rebajas que mantienen las grandes cadenas. "La verdad es que parece que a la gente le está gustando, muchos vienen con los ojos ya puestos en algún par de zapatos que estaba en su lista de deseos. Si bien, es cierto que otros entran a curiosear por los carteles que tenemos y por lo general terminan llevándose algo", cuenta Fabra.

Estas ventas suponen una gran ayuda para el sector empresarial a pequeña y gran escala. En el caso de este comercio ovetense, "respecto a la afluencia en tienda en comparación con otros años, en principio es la misma". Y no hay que olvidarse de que los regalos navideños están a la vuelta de la esquina. "El calzado es algo muy personal, así que la gente no arriesga mucho de cara a los regalos, pero sí que aprovechan los descuentos si se trata de una pareja o familiar cercano", explica Fabra.

En Gijón hay quien tuvo una percepción algo distinta, como en la tienda de calzado y moda urbana Repoker. "No hay mucho movimiento. Antes, el Black Friday se hacía solo un viernes, pero desde que los grandes empezaron a hacerlo durante tanto tiempo, parece que ahora ya la gente se acostumbra y pasa, al menos en el pequeño comercio", subraya Edith Iglesias, encargada del céntrico establecimiento. "En la tienda de alguna franquicia sí que había colas, pero en general las calles están tranquilas", agrega.

Los asturianos "se enganchan" al Black Friday: "Es una oportunidad para hacerse con los regalos de Navidad"

Amor Domínguez

Ellos han decidido mantener rebajas hasta final de mes y van desde el 20 hasta el 40 %. "Vienen, sobre todo, chavales jóvenes o padres que hacen compras navideñas", apunta la encargada, que lamenta el escaso trajín. "Se nota el poder adquisitivo de la gente, que no gasta. No hay ambiente en la ciudad. Llevo 14 años trabajando aquí y últimamente ha habido un bajón", esgrime Iglesias, que considera que esa falta de movimiento repercute en potenciales clientes: "Es como una rueda. Si ves a gente en tiendas y con bolsas, te incita a comprar". Las ventas online "les han salvado" la papeleta, aunque "competir en precios con los grandes es complicado".

Andrés Crespo abrió su tienda de ropa deportiva en Avilés hace ocho años. "Era 25 de noviembre", recuerda. "Decidí entonces poner descuentos en los productos que vendía a aquellos primeros clientes. Y cada año que ha ido pasando desde entonces he seguido haciéndolo: siempre está bien celebrar que un pequeño comercio como el mío vaya cumpliendo años", añade. Lo que pasa es que el aniversario de Cresport coincide con el Black Friday. "Si no me coincidiera el aniversario, quizás haría descuentos el día en concreto, pero por estar. Ya hay ‘black week’ o ‘black month’, pero no puedo permitírmelo: aquí en esta tienda estoy solo", añade. "Las rebajas de ‘Black Friday’ solo benefician a los grandes centros comerciales: tienen más personal y mayor capacidad de manejar el margen de beneficios. Los pequeños tenemos que movernos con pies de plomo. Los precios que se rebajan es porque previamente se habían engordado artificialmente. Sé también que hay fabricantes que producen con menor calidad para poder vender más barato", se lamenta.

Nuria Álvarez se niega "totalmente" a hacer campaña de "Black Friday". La propietaria de "La tiendina de Un", en Sama de Langreo, asegura que "un negocio no es para hacerse rico, es para vivir, y si vivimos en unas rebajas continuas, ya no hay tiempo para vender". A eso añade que "este año el frío ha llegado muy tarde y ha retrasado la venta de la ropa de invierno". "No soporto estas americanadas", agrega quien aclara que "hay comercios que para estos días sacan a la venta cosas del año pasado y ponen cosas muy puntuales, y los compradores son muy inocentes". La comerciante langreana cree que "si no volvemos al comercio de antes, los pequeños vamos a pique". Pese a que mantiene su tienda online desde hace siete años, lamenta que "no podemos competir con los grandes gigantes".

Laura Rodríguez regenta una tienda de moda femenina desde hace siete años en Lugones. "Llevo ofreciendo a mis clientes esta promoción prácticamente desde que se instauró", afirma. Aunque concentra los descuentos en dos días y no los extiende durante la semana. Estima que sus ventas crecen un 30% con esta promoción y defiende que este tipo de promociones les viene bien también porque "das salida a prendas que, aunque son de temporada, no gustan tanto o se mueven menos".

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