Entrevista | Concepción Saavedra Rielo Consejera de Salud del Gobierno del Principado

"Los profesionales sanitarios de zonas periféricas tendrán complementos económicos y puntos extra"

"Queremos recorrer el territorio y alcanzar el máximo consenso posible; la idea es aplicar el nuevo mapa sanitario a finales de año o a principios de 2025"

Concepción Saavedra, ayer, junto a una escalera en la sede de la Presidencia del Gobierno del Principado. | Miki López

Concepción Saavedra, ayer, junto a una escalera en la sede de la Presidencia del Gobierno del Principado. | Miki López / M. G. Salas

Mónica G. Salas

Mónica G. Salas

Concepción Saavedra, consejera de Salud del Gobierno del Principado, llama a la calma a pacientes y a trabajadores tras presentar ayer su propuesta –ahora toca negociarla– para renovar el mapa sanitario asturiano, desvelada en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA esta semana. Está convencida de que, después de 40 años, "es necesario" hacer una reorganización, que no supondrá "ni cierres ni merma de servicios". Su idea es pasar de las ocho áreas vigentes a solo tres, con Oviedo, Gijón y Avilés como cabeceras. De esta forma, el Noroccidente se fusionaría con Avilés, el Suroccidente y el Caudal se unificarían con Oviedo y los concejos del centro de la región, y el Oriente se sumaría a Gijón. "La capa asistencial no cambiará; lo que cambiará es la capa superior, la administrativa y directiva", defiende en una entrevista concedida en exclusiva a este diario.

Saavedra, que es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y fue directora del Servicio de Salud del Principado (Sespa) en la pasada legislatura, asegura que con la reordenación "ganamos todos". Según explica, habrá menos burocracia y, por tanto, se ganará en agilidad; se potenciará la atención primaria, con una dirección propia en cada área; los profesionales trabajarán en equipos más amplios y tendrán acceso a medios, formación y tecnología que en una forma de trabajo más aislada o compartimentada sería improbable; se hará más atractiva la profesión sanitaria en zonas periféricas mediante incentivos económicos y laborales...

El primer paso para que todo esto sea realidad se dará mañana con la apertura de negociaciones y culminará, según los planes de la Consejera, a finales de año con su implantación.

–¿Por qué tres macroáreas y no más?

–Venimos de ocho áreas sanitarias y pienso que eso da lugar a una mayor burocracia. Es importante disminuir las áreas, porque, al tener un único circuito asistencial bajo la misma estructura directiva, mejoraremos la coordinación. ¿Por qué tres? Nos basamos en las distancias, en las comunicaciones, en los flujos naturales de desplazamiento de la población... Y también en que tenemos tres hospitales universitarios.

–¿Qué beneficios traerá esta reestructuración para los pacientes?

–Por un lado, disminuye la burocracia, de forma que seremos más ágiles y podremos disminuir los tiempos de demora. Por otro, tendremos una misma estructura directiva o de coordinación para cada área. Eso potenciará el trabajo en red a través de los sistemas de información, que habrá que integrarlos, y permitirá, por ejemplo, tener acceso a una historia clínica en toda esa área. Además, acercará a la ciudadanía a las unidades de referencia (HUCA, Cabueñes y San Agustín) y habrá una mayor accesibilidad a la tecnología de estos centros.

El ciudadano seguirá yendo a su centro de salud y a su hospital como hasta ahora, eso no cambia

–¿Podría ser más concreta?

–Cada hospital tiene una zona de influencia, y eso seguirá funcionando igual. Es decir, cada paciente irá a su centro de salud y a su hospital, como hasta ahora. Y cuando tenga una patología más compleja o requiera un servicio determinado acudirá al otro de referencia. Se está diciendo: "Vamos a tener que ir a otro lugar". Y no, no se prevé un aumento de desplazamientos para los pacientes. ¿Qué cambiará entonces? Que el circuito dentro de un área será el mismo (por ejemplo, los hospitales Jarrio, en Coaña, y San Agustín, en Avilés, estarán dentro de una misma unidad), evitando burocracia y los retrasos que se generan al pedir consulta de un área a otra.

–Asegura que la cartera de servicios de los hospitales comarcales aumentará. ¿A qué se refiere?

–La cartera de servicios de un hospital comarcal, como el de Cangas del Narcea, no es la misma que la de un hospital de mayor nivel, como puede ser el HUCA. Al hacer un área mayor, que los englobe, la cartera de servicios aumenta al cien por cien en toda esa estructura y facilita, con circuitos únicos, que sean más ágiles en su funcionamiento.

–¿Cómo repercutirá el nuevo mapa sanitario en los trabajadores? ¿Tendrán que moverse más?

–No habrá más movilidades, porque cada trabajador tiene asignado un destino funcional (es decir, un determinado hospital o centro de salud). Así que independientemente de que las áreas vayan a ser mayores, eso no cambiará. Nuestra propuesta permitirá que profesionales de las zonas periféricas tengan relación con servicios más amplios (por ejemplo, el hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea con el HUCA). Eso les permitirá reciclarse, actualizarse, rotar... Y, en definitiva, hacer más atractivo el trabajo en estas zonas. Al mismo tiempo, vamos aprovechar esta reordenación para marcar los criterios de los puestos de difícil cobertura, que supondrán una serie de ventajas. Por un lado, nos estamos planteando poner un complemento económico y, por otro, conceder a estos profesionales más puntuación para un concurso de traslados, para una oferta pública de empleo o incluso para la carrera profesional. Queremos potenciar los hospitales comarcales, donde hay escasez de profesionales, y conseguir que el personal vea atractivos estos destinos a través de algún tipo de compensación.

–El viernes, en el Suroccidente, tuvo lugar la primera manifestación en contra del nuevo mapa sanitarios. Ya hay quejas también en Jarrio. ¿Entiende que cunda el nerviosismo?

–Cuando hablamos del sistema sanitario y de cambios, entiendo que pueda haber cierta suspicacia. Yo quiero darles la máxima tranquilidad. No habrá una merma de la cartera de servicios ni en hospitales ni en centros de salud, tampoco supondrá un aumento de los desplazamientos y no se cerrará ningún dispositivo sanitario en Asturias.

Tener tres áreas disminuirá la burocracia, nos hará más ágiles y nos permitirá acceder a más servicios

–La atención primaria tendrá un papel protagonista en su propuesta. ¿En qué se traducirá?

–Estamos trabajando mucho en atención primaria. Le hemos dado una estructura diferente con los directores de equipo y con las nuevas enfermeras especialistas de familia y comunitaria. Aparte de estas medidas, queremos potenciarla aún más con esta reorganización en el sentido de que en las tres nuevas áreas de salud habrá una estructura directiva específica para la atención primaria y varias subdirecciones. Se trata de darle una estructura similar a la hospitalaria, que nos permitirá mejorar la coordinación y también potenciar su papel dentro de la comunidad.

–Se acaban de nombrar ocho nuevos gerentes. Pero si finalmente las áreas sanitarias quedan en tres...

–Probablemente habrá una disminución de esa estructura y, por contra, aumentará la de gestión y coordinación.

–¿Habrá más recursos económicos para aplicar el nuevo modelo?

–Lo que planteamos es una reordenación de esos recursos. Tenemos que disminuir todo lo que no sea asistencial. Es decir, tenemos que ser más eficientes en todo lo que tiene que ver con compras centralizadas, compra de fármacos, nuevas tecnologías... Tenemos que centralizar los recursos que no sean asistenciales para que más dinero vaya a la parte asistencial, que es lo que verdaderamente interesa.

Reordenaremos los recursos que tenemos para reducir la parte no asistencial y destinarlo a la sanitaria

–¿Cuándo empezarán las negociaciones?

–Este lunes empezaremos con los grupos parlamentarios. También tendremos reuniones con las organizaciones sindicales. Y a partir de ahí, nos esperan varias semanas de encuentros con sociedades científicas, colegios profesionales, asociaciones de pacientes y usuarios, municipios y Federación Asturiana de Concejos. Queremos ir al territorio y recorrerlo; acercarnos a los alcaldes y a las asociaciones que existen en las diferentes comarcas.

–¿Ha recibido directamente alguna reacción de los concejos a su mapa?

–Con los alcaldes nos reunimos previamente para contarles lo que íbamos a hacer en esta legislatura y hablamos de esta situación. Se les explicó que íbamos a tener un documento a partir del cual íbamos a intentar llegar al máximo consenso y también se les tranquilizó en el sentido de que la reorganización no iba a suponer, como insisto, una disminución de las prestaciones ni de la cartera de servicios. Lo que presentamos es un documento base, puesto que no podíamos sentarnos a negociar sin una propuesta.

–¿En qué están dispuestos a ceder durante las negociaciones? ¿Esas tres áreas sanitarias podrían cambiar?

–Habrá que hablarlo. Nosotros entendemos que este es el modelo que mejor se adapta para dar los mejores resultados de salud en Asturias, pero por supuesto estamos dispuestos a escuchar. Creo que esto de la reorganización del mapa sanitario ya no es ninguna novedad. Desde hace 15 años llevamos hablando de ello, porque veíamos que había cambios a nuestro alrededor y que podíamos dar una respuesta sanitaria mejor. Estamos abiertos a las ideas o a las mejoras que se puedan hacer a este documento para llegar al máximo consenso.

Reordenaremos los recursos que tenemos para reducir la parte no asistencial y destinarlo a la sanitaria

–¿Está convencida de que habrá acuerdo?

–Yo siempre estoy convencida de que puede haber un acuerdo. Soy una fiel defensora de dialogar, de escuchar y creo que lo que nos interesa a todos es conseguir el mejor sistema sanitario en Asturias. Los tenemos ya; tenemos un buen sistema, pero han pasado muchos años y con la crisis sanitaria de la covid vimos claramente que teníamos que hacer mejoras. Lo que pretende, por tanto, esta nueva reorganización es un fortalecimiento del sistema sanitario público.

–¿Cuándo se implantará el nuevo modelo?

–Ahora vamos a entrar en una fase de diálogo con todas las partes, y después, habrá que tener un documento definitivo, que será el del máximo consenso posible. A partir de ahí, empezaremos la tramitación en forma de decreto. La idea es que, si nos acompañan los tiempos, poder hacerlo en el segundo semestre del año para que a finales de 2024 o principios de 2025 lo tengamos aprobado y empezar con su aplicación.

–¿La aplicación será inmediata o paulatina?

–El decreto implicará una serie de cambios a nivel de estructura directiva, de sistemas de información, de logística... Así que tiene que haber un periodo transitorio para darnos tiempo a adaptarnos a la nueva situación.

Queremos potenciar los hospitales comarcales y conseguir que el personal los vea atractivos

–Cambiando de tema, ¿en qué estado están las listas de espera?

–Estamos trabajando en un plan estructural de gestión. Tenemos la población más envejecida de España y eso supone un aumento de la cronicidad, de las enfermedades degenerativas, de la demanda asistencial y de las lista de espera. Como pasó en otras comunidades, a raíz de la crisis sanitaria las listas empeoraron. Eso ha provocado que no tengamos las listas de espera que queremos. El plan estructural en el que trabajamos son medidas que van a estar integradas dentro del funcionamiento habitual del servicio de salud y que yo espero que a lo largo de este año empecemos a ver sus resultados.

–Justamente hoy (por ayer) se celebra el examen MIR. ¿Qué mensaje lanzaría a los jóvenes médicos?

–Que esta es una profesión muy vocacional, muy ilusionante, donde tienes que estar formándote toda la vida. Es muy exigente, pero a la vez te da grandes satisfacciones. Yo le diría que eligieran siempre la especialidad que quieran hacer y que Asturias es un muy buen sitio para trabajar. Estamos haciendo todo esto precisamente para mejorar la organización y las condiciones para que ellos decidan trabajar en nuestra región.

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