Cariñosa despedida a Magdalena Fuente, de Asturcopia, en Santo Tomás

La iglesia de Sabugo se quedó pequeña en el adiós a la risueña empleada de artes gráficas

La salida del féretro de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, ayer al    mediodía. | Ricardo Solís

La salida del féretro de la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery, ayer al mediodía. | Ricardo Solís / F. J. L. / M. M.

F. J. L. / M. M.

Una despedida con todas las de la ley: cariñosa, cálida y muy concurrida. Fueron muchos los que ayer al mediodía acompañaron a la familia de Magdalena Fuente Menéndez, “Mada”, en el funeral de cuerpo presente que se celebró en la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery. Fuente será recordada para siempre por su afabilidad, el gesto risueño que siempre alegraba su cara y la capacidad –innata según quienes más la conocían– de ser agradable con todo el mundo, muy especialmente los clientes de la empresa de artes gráficas que fundó hace 33 años junto a su marido, José Emilio Muñiz Ruiz.

Esas virtudes y muchas otras, además de su juventud, estuvieron ayer muy presentes en el oficio religioso en la iglesia nueva de Sabugo, a donde acudieron un buen número de avilesinos que la conocieron o compartieron con ella algunos instantes vitales.

La mujer falleció la madrugada del domingo a consecuencia de una grave enfermedad diagnosticada hace menos de seis meses. “Tenía un don para la atención al público, era una bella persona y su muerte es motivo de profunda consternación”, señaló uno de sus vecinos de infancia de la difunta en la calle Rivero.

Raíces pravianas

Mada Fuente, aunque nacida en Pravia, recaló siendo un bebé en Avilés, donde sus padres cogieron la gestión del antiguo bar “Jai Alai” y lo rebautizaron como “Pravia”, en un claro guiño a sus orígenes. La difunta mantuvo a lo largo de su vida estrechos vínculos con la villa de sus progenitores, donde conservaba familia, y no perdonaba ningún año la fiesta del Xiringüelu. Con su marido José Emilio Muñiz Ruiz tuvo dos hijos, Pablo y Marta, que ya le habían dado un nieto. También con su esposo, sentó la bases de Asturcopia –con locales en la calle González Abarca y la avenida Lugo– allá por el año 1982, y que hoy es una referencia regional de su sector y donde ella fue siempre fue muy querida y apreciada.

Tras el funeral de cuerpo presente se procedió a la incineración de los restos mortales de Mada Fuente en el tanatorio de Avilés.

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