Sepides y el Ayuntamiento negocian el convenio para conservar un gasómetro

Avilés conservará definitivamente uno de los dos gasómetros que se mantienen en pie. El Ayuntamiento y la propietaria de los suelos que ocupan las baterías de coque, la sociedad SEPI Desarrollo Industrial (Sepides), se encuentran en plena negociación del convenio que establecerá las condiciones para salvar de la piqueta uno de los colosales depósitos de almacenamiento de gas de la coquería, concretamente el número dos, el más próximo al edificio de la Telefónica y relevante desde el punto de vista histórico ya que fue el protagonista del encierro de 1992. Dejó de funcionar el 1 de octubre de 2019, cuando se apagaron las Baterías. El número uno, que lleva doce años inactivo, desaparecerá del “skyline” de la ciudad.

Los socialistas avilesinos se comprometieron en la última campaña electoral a indultar un gasómetro y ya en pleno mandato confirmaron que el plan pasaba por suscribir un convenio urbanístico de contraprestación económica mediante el que Sepides entregaría el coste que debería asumir por el desmantelamiento del depósito de gas al Ayuntamiento, que utilizaría la suma para sufragar su conservación.

Ese planteamiento trascendió hace año y medio, pero los vaivenes que acompañaron al proceso de licitación del contrato de desmantelamiento de Baterías fueron dejando a un lado el futuro de ese gasómetro que se quería indultar. Hasta ahora.

En Sepides estaban a la espera de que el Ayuntamiento confirmase si finalmente sigue adelante con su plan. Fuentes próximas al Consistorio avilesino sostienen que estos días se están perfilando las condiciones de ese convenio, una vez decidido el indulto por parte del gobierno local. La decisión definitiva sobre el gasómetro es fundamental para seguir avanzando en el proyecto de desmantelamiento que acomete la UTE Erri Berri-Afesa.

Mientras, en la coquería ya se ha superado el ecuador de la denominada “fase cero de la demolición”, caracterizada por la realización de pequeños trabajos sobre el terreno, como la retirada de materiales sueltos dentro de la planta y en el interior de las edificaciones (chatarra, restos de coque y otros productos acopiados a granel). Las previsiones de Sepides pasan porque dentro de un mes comience el desmontaje de estructuras y que las demoliciones de hormigón se produzcan ya en 2023 (el plazo de ejecución total del contrato es de 18 meses).

Mantener en pie y en condiciones de seguridad las instalaciones que ahora se desmantelan ha generado ya para Sepides una factura que supera los 3,75 millones de euros (a razón de 250.000 euros al mes). Pero según se concretan plazos, crece el interés por los 240.000 metros cuadrados de terreno que se van a liberar.

Javier Fernández Martínez, el responsable de Sepides en Avilés desde 2017, atendió ayer mismo la visita de un empresario interesado en comprar suelo en el Parque Empresarial Principado de Asturias (PEPA).

Una portavoz de la agencia estatal que promueve la recuperación como espacio empresarial de la antigua coquería aseguró a este diario que “el cierre definitivo del procedimiento de adjudicación de la demolición ha generado un interés renovado por el espacio”. “Existe expectación por el desarrollo urbanístico de la zona (...)”. Cuanta más certeza se añade al desarrollo de este suelo, más interés perciben en Sepides en correspondencia por parte “de los empresarios”.

Disponibles las entradas para “La Fabricona”

Las entradas para el estreno de “La Fabricona”, el documental sobre la historia de Ensidesa, están disponibles en la taquilla del Centro Niemeyer a partir de este mediodía. Se podrán retirar un máximo de cuatro entradas (son gratis) por persona.

El auditorio del complejo cultural de la ría acogerá el próximo jueves, 31 de marzo , el estreno de este trabajo audiovisual impulsado por SEPI Desarrollo Industrial (Sepides) que “sirve de homenaje” a las propias instalaciones fabriles, “a las generaciones de familias que allí trabajaron y a la ciudad entera de Avilés”.

El estreno de la cinta, de 41 minutos de duración, se produce a las puertas de la demolición de las baterías de coque, donde se crearán 200.000 metros cuadrados de suelo finalista, un espacio privilegiado y rodeado de industria e innovación llamado a ser un imán para nuevos proyectos industriales.

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