Windar necesita para su nueva planta en Avilés un acero que no fabrica Arcelor

La siderúrgica debería invertir en el tren de chapa gruesa de Gijón para cumplir los requisitos de la eólica marina: piezas de 35 a 40 toneladas

Estructuras listas para su expedicion desde el Puerto de Avilés al parque eólico marino «Vineyard Wind 1», uno de los más grandes del mundo y ubicado en Estados Unidos. | Mara Villamuza

Estructuras listas para su expedicion desde el Puerto de Avilés al parque eólico marino «Vineyard Wind 1», uno de los más grandes del mundo y ubicado en Estados Unidos. | Mara Villamuza / Marián Martínez

Marián Martínez

Marián Martínez

ArcelorMittal no podrá suministrar a Windar Renovables la materia prima que necesitará para fabricar los gigantes eólicos marinos proyectados para las naves de Alu Ibérica (antigua Alcoa). Y eso pese a que el tren de chapa gruesa de la multinacional siderúrgica se ubica en Gijón. La dificultad se encuentra en que estas instalaciones pueden producir "plates" de hasta 20 toneladas, cuando el fabricante líder de torres eólicas y subestructuras marinas necesita que sean de entre 35 y 40 toneladas. Para cambiar esta situación, la multinacional siderúrgica tendría que aprobar una nueva inversión en el emplazamiento asturiano.

La previsión de Windar es que necesitará 160.000 toneladas de materia prima al año para fabricar las torres eólicas y monopiles XXL destinados a sostener turbinas de última generación para parques eólicos marinos (offshore). Esta cantidad de chapa gruesa supondrá duplicar la producción actual, lo que conlleva incrementos paralelos por su impacto en los tráficos portuarios y en la carga de trabajo de la industria auxiliar.

El proyecto industrial de Windar en Avilés supondrá arrancar una instalaciones únicas por su ubicación, dimensiones y características, lo que las convertirá en un referente mundial. La inversión prevista es de al menos 110 millones de euros, y cuando esté a pleno rendimiento creará 500 empleos directos y más de 200 indirectos, con especialistas en las técnicas de fabricación avanzadas, investigadores y tecnólogos altamente cualificados. La fábrica estará situada además a pie de muelle, lo que supone una enorme ventaja logística y de reducción de costes.

Sólo hay un factor disonante para su impacto en la economía asturiana: la materia prima habrá que importarla de otros países. Por ejemplo, de Alemania.

La proximidad de la materia prima es fundamental en la competitividad de una compañía, al representar prácticamente el 50% del coste del producto final. Y no solo eso, sino que además facilita mejorar la flexibilidad de fabricación y los plazos de entrega de los productos terminados.

Pero el tren de chapa gruesa de ArcelorMittal, pese a ubicarse en Gijón, no podrá suministrar en las condiciones actuales la chapa gruesa de las características que necesita Windar para convertirla en los enormes colosos como los que ya se pueden ver en la margen derecha de la ría de Avilés.

ArcelorMittal acometió en la pasada década inversiones en Avilés y Gijón orientadas precisamente a atender la creciente demanda del sector eólico. La multinacional siderúrgica culminó en enero de 2020 la modernización de la máquina de colada continua nº 2 de Avilés, lo que posibilitó que se puedan fabricar desbastes de mayor ancho (2.200 milímetros) y mayor grosor (365 mm). Esto supuso a su vez invertir en el tren de chapa gruesa de Gijón, para adaptarlo a las mayores dimensiones de los desbastes y poder realizar su laminación.

Antes de realizar estas inversiones, la chapa gruesa fabricada en Asturias llegaba a un peso máximo de 10 toneladas, que se duplicó hasta las 20 actuales. Además, estas reformas permitieron reducir el número de soldaduras necesarias para conformar cada anillo de las torres que soportan las turbinas eólicas. Pero ahora ya se queda "pequeña", según las fuentes consultadas.

ArcelorMittal comenzó a producir el pasado verano en su factoría de Gijón chapas gruesas de acero con bajas emisiones de carbono y con pesos de hasta 18 toneladas por unidad. Un avance que le ha permitido convertirse en la primera compañía siderúrgica capaz de fabricar piezas de este producto pionero de tales dimensiones en Europa.

"Si el tren de chapa gruesa de Gijón produjese en las medidas que necesita el sector de eólica marina y además con bajas emisiones de carbono, posicionaría a Asturias como un territorio líder en el avance en la lucha contra el cambio climático en sectores industriales punteros", señalaron las fuentes consultadas.

Las negociaciones entre Windar Renovables y la Autoridad Portuaria de Avilés continúan para llegar a un acuerdo que permita la concesión administrativa de los terrenos e instalaciones que ocupaba Alu Ibérica (antigua Alcoa), condición imprescindible para que el administrador concursal ejecute la adjudicación de manera definitiva. Se espera que la Autoridad Portuaria dé luz verde antes de fin de año a una operación fundamental para el futuro industrial y económico de la comarca avilesina.

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