El campus universitario de Mieres se consolida como caladero de talento de las principales ingenierías

El campus de Mieres coordina desde hace tiempo sus estudios con las necesidades de las empresas para colocar en el mercado de trabajo a la totalidad de sus alumnos. El trabajo que realiza la Escuela Politécnica no pasa desapercibido y las principales empresas de ingeniería del país colaboran con Barredo en la captación de nuevo talento. En esta línea de trabajo, un equipo multidisciplinar de Sacyr Proyecta expuso ayer a los alumnos de los diferentes grados que se imparten en Mieres las líneas de trabajo que desarrolla la multinacional española, con presencia actualmente en 22 países y con participación en proyectos del calado de la ampliación del Canal de Panamá o el desarrollo de los túneles de la variante ferroviaria de Pajares.

"En las empresas de ingeniería hay cada vez más especialidades y al final se trata de organizar un trabajo multidisciplinar", explicó a los estudiantes de Barredo la ingeniera industrial Lucia Blanco, responsable de la oficina en Asturias de Sacyr Proyecta. La empresa trasladó a los estudiantes las oportunidades laborales que ofrece una compañía de su dimensión. La firma destacó su plan de carrera, la formación continua, el acceso a pagas de beneficios, la conciliación y la diversidad.

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El campus de Barredo gradúa cada curso a entre 80 y 90 nuevos ingenieros. La mayoría de ellos dejan las aulas ya con destino laboral lacrado y el resto no tardan mucho en acceder al mercado de trabajo. La dirección del centro pretende que estos jóvenes profesionales cuenten con una formación académica lo más adaptada posible a las necesidades de las empresas. Para ello, los responsables académicos mantienen un permanente contacto con las empresas que demandan a los titulados. "Buscamos introducir aspectos formativos que resulten funcionales y que tengan aplicación real en el mundo laboral", apunta Ángel Martín, director de la Escuela.

Para los profesores es importante contar con criterios para evaluar el resultado del trabajo que se realiza en los cursos. De esta forma se han establecido grupos de trabajo con empleadores de los distintos grados que se imparten en Barredo.

La Escuela Politécnica de Mieres registra desde hace varios cursos "paro cero" entre sus alumnos egresados. Es decir, todos los que acaban sus estudios –a excepción de casos muy concretos– encuentran empleo. Es fruto de la demanda en el sector de la ingeniería, pero también del trabajo del equipo docente, que viene cuidando con mimo las relaciones con el mundo empresarial. El campus cuenta, actualmente, con una fuerte alianza con empresas con las que los estudiantes contactan al término de sus estudios para la redacción de los trabajos fin de grado o fin de máster.

La dirección de la Escuela Politécnica se ha marcado como un objetivo lograr que los futuros universitarios, así como la sociedad local en general, sean conscientes el potencial del campus mierense. Además de la reciente integración en Barredo de los estudios adscritos a la vieja Escuela Superior de Minas, son cuatro grados y un doble grado los que se cursan en el concejo. Se trata de los grados de Ingeniería Civil, Geomática, Recursos Mineros y Energéticos, y Forestales y del medio Ambiente. El doble grado unifica Ingeniería Civil y Recursos Mineros. Además, están los másteres de Caminos y Geotecnología.

Según la Encuesta General de la Enseñanza, los alumnos de grados y másteres del campus de Mieres le otorgan una calificación media de 7,5, tanto a las asignaturas como al personal docente. En una década, la nota media se ha incrementado en un punto. La calificación más alta es para el grado de Recursos Mineros y Energéticos, que este año ha ganado dimensión tras el traslado de la Escuela de Minas de Oviedo a Mieres. Los alumnos encuestados puntúan con un 7,5 las materias impartidas y con un 8 a sus profesores. Todo esto parece llamar la atención del tejido empresarial, con empresas como Sacyr interesadas en "fichar" en Barredo.

Ignacio Díaz trabajó como jefe de obra en el desarrollo de los túneles de la Variante de Pajares. La última actuación abordada por Sacyr dentro del ambicioso proyecto ferroviario fue la adecuación de los túneles con vías de evacuación. En la Variante se habilitaron galerías de evacuación cada 500 metros, conectando la dos galerías de forma que un cualquier problema en uno de los conductos daría paso a un rescate a través del segundo. En el caso de los dos túneles existente ya en el concejo de Lena, de 2,4 y 1,6 kilómetros cada uno, también cuentan con sus propias galerías de evacuación "a una zona de extracción con acceso ambulancias y también helicópteros".

Repaso a dos obras colosales: la Variante de Pajares y la ampliación del Canal de Panamá

Sacyr Proyecta es una filial de reciente constitución vinculada a Sacyr Ingeniería e Infraestructuras. Varios responsables de la firma explicaron a los alumnos del campus de Mieres su experiencia en proyectos nacionales e internacionales. Dos merecieron especial atención. Se trata de la ampliación del Canal de Panamá y del avance bajo la cordillerana de la Variante de Pajares. José Dorantes es ingeniero de Caminos, Canales y Puertos y trabajó hasta hace un lustro en la obra del gran reto ingenieril que supuso la construcción del nuevo juego de esclusas del Canal de Panamá. "Fue una obra colosal, con la mejora de una ruta estratégica en el comercio internacional", apuntó. Con una inversión de casi 4.000 millones de euros, este proyecto ha reportado a Panamá hasta 2.500 millones de dólares al año y ha generado 180 empleos directos. Dorantes señaló que el mecanismo de las nuevas esclusas es similar al que de instaladas ya en el proyecto original. Los barcos salvan el desnivel del agua en tres pasos, hasta llegar a las aguas interiores. "Y luego vuelven al nivel del mar en las esclusas del extremo contrario".

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