¿Ha cumplido con la democracia?

Ya ha pasado el 23 de julio, el día en el que muchos españoles, aún siendo una calurosa e insoportable jornada dominical, acudieron a las dobles urnas a votar por sus candidatos preferidos. A cumplir con la democracia pese a que la fecha elegida no era la mejor.

Los jefes de los diferentes partidos políticos, aparentemente, acudieron a las mesas electorales durante las primeras horas de la mañana, quizá para dar ejemplo al resto de los millones de españoles que después debían de votar por ellos. Fueron precisamente las horas en las que más se votó, las más frescas.

Por la tarde-noche, después de cerradas las mesas y comenzar el pesado recuento, a través de los diferentes medios de comunicación, empezaron a comunicarnos por dónde iban los tiros, vamos, los resultados finales, que se fueron concretando poco a poco, a medida que avanzaban los datos del recuento. Y el final fue el principio, porque ahí comenzó la alegría de algunos y el llorar de otros. Ya bien avanzada la noche, algunos pensaron que sus cosas estaban algo más claras y para otros el túnel estaba más oscuro. Y así llegamos al lunes después, donde el antiguo Gobierno mostraba cierta alegría, en tanto la derecha no había alcanzado los votos deseados para la toma de posesión defenestrando al llamado "sanchismo".

Bueno, todos se quejaban de lo conseguido y alguno hasta pedía unas nuevas elecciones. Pero por favor, que no las convoquen en meses de verano, que no sean tan resentidos con el pueblo, es decir, con la clase trabajadora.

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