Buenos propósitos

2023 se nos fue –está bien por allá– y acaba de tomar tierra un nuevo año, y como resulta tradicional viene cargado desde el minuto uno de buenos propósitos por parte de una amplia mayoría, así que una vez disipados los efectos de les fartures a plazo fijo, las resacas los mordiscos a la tarjeta, y todos los añadidos que estas fiestas conllevan llega el momento de cada cual razonar consigo mismo y a partir de ya, sin más demora, tratar de comenzar una vida más sana, e ir desterrando cosas que, obviamente, en nada nos benefician.

Por regla general lo primero suele ser el abandonar el tabaco y sus efectos perniciosos sobre la salud, amén de su precio.

Esta vez quizá los fumadores lo vayan a tener un poco más fácil, dado que desde hace unos meses la Seguridad Social ha implementado en su vademecum un tratamiento oral que va a ayudar mucho a los que de verdad se decidan a olvidarse de los malos humos.

Muchos se han interesado ya en ello con las preceptivas visitas a su médico de familia. También la cercana prohibición de fumar en las terrazas supongo que va a influir un tanto.

Lo de los "buenos propósitos" esta trufado de decenas de ellos, aunque incida en el del tabaco que es el que se lleva la palma, así que en el pack también entran la vuelta al gimnasio, caminar más, dieta saludable, bajar unos kilos, eliminar la barriga cervecera...

La poca voluntad de los que intentan dejar el hábito se demuestra machaconamente cuando se incorporan a él con las disculpas preparadas pret a porter: "Solo iba a fumar uno", "me dio un ataque de ansiedad", "estaba en una fiesta"... Lo clásico de todos los años. Agua en una cesta.

Aunque alguno/a habrá que lo consiga. Como curiosidad decir que el número de mujeres fumadoras cada vez se amplía más.

Hoy día de Año Nuevo ya me crucé con un par de ellos que tenían previsto comenzar hoy, como iban fumando se justificaron con lo de "Ná empiezo después de Reyes", sin que nadie les preguntase. Sin comentarios.

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