La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: El cadáver de Fernando el Católico y las bromas de Carrión

Gijón sigue dándole vueltas al asunto de la candidatura del Mundial, eso que se ha dado en conocer como "Asturias 2030" y que ha demostrado lo que sigue siendo esta región. Da la sensación de que esto puede acabar como el paseíllo del cadáver de Fernando el Católico desde el lugar de su muerte hasta el que deseó ser enterrado: hubo que cambiar de ataúd y al final del camino el olor era insoportable. El plan de financiación sigue sin aparecer, pero el debate se estira, estira y estira, en especial por aquellos (los de siempre) que primero callaron y ahora ven en la postura municipal de renunciar a ser sede una ocasión perfecta para tratar de desgastar al enemigo político.

El espectáculo comienza a ser penoso y vuelve a demostrar que las posturas, las filosofías y los planteamientos cambian dependiendo si se gobierna o si se está vegetando en la oposición. Eso sí, todos los meses el ring-ring caja que no falte. Ya veremos si deja alguna herida y el tamaño de la cicatriz, que junio está a la vuelta de la esquina e igual alguno y alguna tiene que ceder el balcón del Ayuntamiento para que el Sporting de Orlegi bote y bote en caso de hipotético ascenso.

Mientras, a 28 kilómetros queda claro que a Luis Carrión le va la marcha y que mira a Primera. Medio broma, medio en serio, dice que le gustaría un cruce en el play-off con el Sporting para tomarse cumplida venganza tras la derrota en el último derbi. Menuda semanita que nos esperaría a todos de verse cumplidos los deseos del técnico del Oviedo, que tendría que contar con la presión añadida de que sería la primera macrocita deportiva en España de Pachuca y Orlegi. Casi nada, ¿oyisti, güey?

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